This War of Mine: The Little Ones es una propuesta independiente que llega en un momento crítico, la guerra en Siria y los refugiados de guerra, y aunque no tenga una relación directa al ser un título en un escenario ficticio, nos demostrará la cruda realidad de muchas personas por medio de un videojuego, está expansión agrega un factor más humano: los niños en la guerra.
Título: This War of Mine: The Little Ones
Desarrolla: 11 bit studios
Publica: Deep Silver
Plataformas: Xbox One [Versión reseñada], PlayStation 4 y PC
Fecha de Salida: 29 de Enero del 2016
Jugadores: 1
La historia que nos presenta el juego es críptica y breve, al iniciar se da a entender que una guerra se desató en un país ficticio debido a un levantamiento revolucionario hace ya varios años y tu deber será lograr que diversos refugiados puedan atravesar los días de guerra y finalmente sobrevivir hasta el final del conflicto.
Conforme avanza el juego, obtendremos algunas pistas respecto a la evolución del combate en el frente de batalla entre los rebeldes y los militares, aunque no esperen mucho una historia tal cual de cada personaje, pues serás tú quién determine el destino y sus historias.
Al ver las imágenes del juego seguro se preguntarán ¿cómo se juega This War of Mine? bueno es muy simple, es un juego de administración de recursos con un toque de supervivencia, comienzas con tres personajes en una casa abandonada. Se juega en 2D con un estilo gráfico 2D/3D, primero deberás explorar todos los rincones en donde puedas encontrar recursos, ya sea madera, papel, restos de metal, comida, etc. Con estos recursos podrás comenzarás a fabricar objetos que te puedan servir más adelante, ya sea hacer una cama para que tus personajes puedan descansar, una estufa para calentar restos de comida y hacerlos más nutritivos o incluso un mueble para recolectar agua de la lluvia. Deberás tener en buen estado a los sobrevivientes cuidando su salud, descanso, hambre y estabilidad emocional.
El único problema del control viene a la hora de subir y bajar escaleras, pues deberás colocar el stick en diagonal para indicar que quieres subir o bajar pero muchas veces el personaje comenzará a subir o bajar aunque tu quieras ir derecho, este problema se hace más notable cuando alguien te viene persiguiendo y lo único que deseas es seguir corriendo.
Como es común en estos juegos de supervivencia, el hambre juega un factor importante pues, al igual que tú, los personajes deberán comer por lo menos una vez al día, así que la recolección de comida es un factor importante y puedes conseguirla de distintas maneras: podrás intercambiarla por otros artículos con un negociante, pero también podrás aventurarte durante la noche en el vecindario para explorar o incluso robar recursos de otros hogares de sobrevivientes, con niveles de sigilo. Al caminar podrás ver las ondas de sonido que hacen tus pasos o al abrir una puerta, también podrás ver las ondas de sonido de los demás habitantes para saber si tienes cerca a algún enemigo, la visión también está limitada a lo que ve tu personaje por lo que no podrás ver otros pisos hacia arriba o abajo. Por último deberás pensar que recursos llevarte y cuáles dejar debido a la capacidad de tu mochila, estas misiones son interesantes y divertidas, pues rompen un poco la monotonía de crear artículos, cocinar o descansar durante el día en tu casa y son sumamente necesarias para seguir avanzando durante los días de guerra.
Los niños es un elemento agregado en está versión del juego, habrá momentos en que un sobreviviente llegue al refugio pidiendo un hogar para él y su hijo o nieto, así que si los aceptar deberás tener en cuenta que es una boca más que alimentar pues recordemos que los alimentos es uno de los recursos que más escasea en todo el juego. Los niños no podrán hacer muchas de las tareas básicas del refugio como cocinar o construir objetos, ellos podrán jugar en el refugio para divertirse y no estar tristes, podrás fabricar juguetes o hasta un columpio para su disfrute y también deberás cuidar muy bien de su tutor si no quieres que caigan en depresión o enfermos.
El juego original se estreno primero en dispositivos móviles y llego a PC a finales del 2015, finalmente está versión This War of Mine: The Little Ones llega a consolas de actual generación, por lo mismo hay que tener en cuenta que es un juego que no aprovechará las consolas al 100%, luce aceptable pero fácilmente pudo llegar a las consolas de generación pasada.
El estilo de arte es bastante interesante, con un estilo de achurado con muchas lineas moviéndose entre en los fondos, su paleta de colores es limitada a colores oscuros, muy sobria para generar un ambiente de podredumbre y el detallado de los personajes es un tanto pobre con modelos sencillos. Para representar a cada personaje del juego se usaron fotografías de personas reales en blanco y negro, así como los distinto eventos que ocurran lo cual genera mayor realismo y crudeza.
El soundtrack del juego sigue con toda la linea de estética establecida, una tranquila tonada de guitarra un tanto triste y melancólica es lo que escucharemos mientras estemos en el refugio y básicamente es toda la música disponible a menos que crees un radio y sintonices música, la cual se escucha muy bajo.
Eso si, los efectos de sonido son realmente buenos desde los pasos en una madera crujiente, la siempre lluvia por las noches en el techo de lamina, los fuertes vientos en una tormenta nevada, el rechinido de una puerta cuando estas en un refugio ajeno, son los suficientemente creíbles para dar mayor peso a lo que ves en pantalla. Eso sí no tiene voces, todo es con diálogos en texto, pero se hubiera agradecido para generar mayor realismo.
This War of Mine es una postura antibélica que nos demuestra toda la crueldad y crudeza en la que viven los refugiados de guerra y que a manera de videojuego podemos experimentar la realidad de personas que en este momento están padeciendo de las terribles consecuencias de los conflictos armados.
Si alguna vez se preguntaron si los videojuegos son un arte This War of Mine nos demuestra claramente que lo pueden ser ya que comunica con su estética, dinámicas y narrativa la visión de la guerra, que a su vez tocará ciertas partes sensibles al espectador, en este cazo al jugador, es decir, cumple el objetivo principal del arte: conmover y sensibilizar al espectador.
Si lo analizamos como videojuego, tiene mecánicas sólidas, una dificultad alta que requiere aprender a jugarlo con la práctica y una muy alta rejugabilidad, pero es difícil de recomendar pues su aspecto lúgubre, crudeza en las dinámicas hacen que jugarlo no sea una experiencia tan divertida, jugar por largas jornadas puede ser muy cansado y en muchas ocasiones estresante, aunque eso dependerá completamente del jugador ¿juegan por divertirse o por conocer una historia? Recuerden las dos son válidas.
- Lo Bueno: Podrás jugarlo y completarlo decenas de veces y aún así obtener muy diversas experiencias.
- Lo Malo: La primera vez que lo juegues te destrozará, así que deberás aprender poco a poco.
- Lo Feo: Lo estresante y deprimente que es cuidar niños.
[Un juego “bueno” es aquél que tiene algunos detalles molestos o frustrantes, pero que no impide que los disfrutes; es un título que sus virtudes sobrepasan a sus defectos, por más grandes que estos parezcan ser.
Esta reseña fue elaborada a partir de la versión de Xbox One. El juego se terminó en un estimado de 8 horas]