La pequeña le perdió el interés a su bloquesito verde después de haber visto el control de 360, lo gracioso de esto, es que no esta llorando, gritando, riendo, simplemente, le pego un ataque de loquera y no podía detenerse hasta tener en sus manos el control de 360; Es cuando te das cuenta que los controles de videojuegos son el mejor medio para entretener (o hacer que pierdan la razón) a los pequeños infantes que recién llegan al mundo, «¡Xbox 360, Lavando el cerebro de nuestros niños!»
Esa beba (¿es niña, verdad?) será como el niño del Nintendo 64 cuando crezca. He dicho.