Cinco años fueron los necesarios para que Homefront tuviera esa tan “esperada” secuela. La desaparición de THQ, los problemas financieros de Crytek y algunos retrasos hicieron que el juego estuviera en un limbo del que pareciera no habría salida. Dambuster Studios nos trae por fin “La Revolución” a esta generación.
Título: Homefront: The Revolution
Desarrolla: Dambuster Studios
Publica: Deep Silver
No. De Jugadores: 1-4 en cooperativo
Plataformas: Xbox One[Versión Reseñada], PlayStation 4 y PC
Fecha de Salida: 17 de Mayo del 2016
Homefront: The Revolution nos lleva a un Estados Unidos totalmente controlado por fuerzas Norcoreanas, todo esto debido a que gracias a la alta tecnología armamentista que Corea del Norte proveía, los Estados Unidos no se imaginarían que les harían pasar una mala jugada al desactivar todas sus defensas y dejarlos totalmente indefensos a una invasión.
Cuatro años han pasado y los ciudadanos de Filadelfia han decidido comenzar a revelarse contra la injusta ocupación de la KPA (Korean’s Peoples Army). Bajo el nombre de la “Resistencia” tomaremos el papel de Ethan Brady, un novato que recién unido a las filas del grupo tendrá que estar ayudando poco a poco a la Resistencia para hacer que la gente despierte y se den cuenta que entre todos, la KPA no tienen oportunidad contra ellos.
El juego nos presenta una historia sin alma, la trama de la historia tiene momentos tan predecibles que hasta en un punto son muy absurdos. El protagonista es mudo y esto empeora la trama, ya que hay momentos muy incómodos en las que en verdad no justifica que el personaje no diga ninguna palabra.
Podremos explorar la ciudad de Filadelfia de manera libre, al ser ocupada por la KPA, tendremos que estar liberando ciertos puntos estratégicos que hará que la gente vaya cambiando de actitud. El mapa va evolucionando a nuestro progreso de liberación ya que a cuanta más “anarquía” provoquemos nos podremos dar cuenta como la gente y sus diálogos son diferentes, podemos ver en verdad un cambio en cuanto a la gente respecto a la KPA.
En la beta pudimos ver que Homefront presentaba algunas características como desbloquear habilidades, personalizar a nuestro personaje y hasta unirnos a partidas con nuestros amigos o en matchmaking, todas estas cosas que suenan tan bien fueron descartadas totalmente para la campaña, en cambio, habrá un modo resistencia el cual sí contará con una muy amplia y extensa personalización para nuestro personaje, así como sus habilidades y nuestras armas.
En la campaña no habrá esta personalización y sólo nos queda el “novedoso” cambio de armas, donde una sola arma la podremos transformar en otras dos, ya sea una una ballesta a un trabuco o a un lanzallamas, el sistema sirve, sí es de gran ayuda tener a nuestra disposición doce armas (3 armas podremos tener al mismo tiempo), lo malo de todo esto es que el juego sufre demasiados problemas técnicos al momento de necesitar ese cambio, ya que es demasiado lento cambiar a otro tipo de arma o luego, al elegir arma no lo hace y terminaremos escogiendo otra variación y entre transiciones toma demasiado tiempo.
Una de las cosas que más me llamaba la atención en Homefront era que tendríamos la posibilidad de conducir una motocicleta por todo el mapa; explorar lo que alguna vez fue una ciudad libre ahora en ruinas, hasta inclusive adentrarnos en los edificios, con algunas rampas que llega a colocar la resistencia para mejorar nuestro desplazamiento por la ciudad. Todo suena muy bien, hasta la hora de la acción ya que tendremos que conducir con demasiado cuidado, porque el vehículo se siente tan lento a la hora de maniobrar y tan pésimamente adaptado al terreno, habrá momentos en los que tendremos que rezar para que el vehículo no se quede atorado entre las paredes porque sí llega a pasar, y para empeorarlo todo, si es que llegamos a morir (que serán demasiadas veces) la motocicleta no reaparecerá del lugar donde la obtuvimos, tendremos que ir a buscarla a pie (si es que hay una cerca) o resignarnos a caminar lo que queda del camino.
Al tener Cryengine como su motor gráfico nos podemos esperar muy buenas gráficas, el juego tiene muy buen nivel de detalle cuando uno se adentra a los edificios, nos podremos dar cuenta cuando un sector en verdad es de estatus social bajo, y hasta ahí termina todo lo bueno que tuvo Homefront ya que el juego esta plagado de una infinita cantidad de errores de desempeño; los cuatros por segundo caerán a cero cada vez que el juego grabe automáticamente, ya sea cuando terminemos de comprar algo, cuando entremos a una nueva área, inclusive a la mitad de un tiroteo.
El juego no tiene piedad de guardar en los momentos más cruciales y lo peor es que esta característica no se puede desactivar y por si fuera poco sus cuadros por segundo son pésimos, y frustrante de todo es que muchas veces provocará que fallemos en acertar en el blanco o que los enemigos se teletransporten en frente de nosotros, lo cual será demasiado tarde para reaccionar.
Homefront The Revolution toma ideas de otros juegos, pero lamentablemente lo hace de una manera mediocre y repetitiva, esto sin agregar la preocupante injugabilidad que, al tener previamente una beta, es injustificable la calidad del juego.
- Lo Bueno: La versatilidad de las armas
- Lo Malo: El castigador sistema de vida, la no regugabilidad y la terrible IA
- Lo Feo: El horripilante desempeño gráfico
[Un juego malo tiene más puntos negativos que positivos, pero esto no descarta que haya alguien quien muestre interés en ellos. Ciertamente no es injugable, pero no será un experiencia del todo agradable.]
