Desde hace algunos meses sabemos que han habido varios casos de cuentas de Xbox Live robadas, saqueadas y que, en pocas palabras, Microsoft no ha hecho más que bloquear dichas cuentas para «investigar.» Lo malo de la moraleja es que parece ser que la investigación que la compañía lleva a cabo consta más de girar sus pulgares y hurgarse la nariz con mucho ahínco.
Estas últimas aseveraciones vienen a la luz después de conocer el curioso caso de Susan Taylor que, después de darse cuenta que su cuenta había sido «robada» y su tarjeta de crédito había sido utilizada por un monto de $214.97 dólares, o su equivalente en Microsoft Points, se contactó con el servicio al cliente para tratar de resolver el problema.
La cuestión es que parece que el servicio al cliente de Microsoft pone todas las cartas en la mesa para que los malhechores se salgan con la suya, al menos así pasó en el caso de Susan.
En primera instancia, Susan notificó tanto a Microsoft como a Paypal para llenar su queja. Después de ello, Microsoft compensó a la usuario con un código de 30 días gratis de Xbox Live Gold y se le prometió que su cuenta de Xbox Live había sido bloqueada para que nadie pudiera usarla. Después de esto, lo usual es dejar que la compañía se encargue de investigar qué sucede y quiénes intentan acceder a la cuenta… pero resulta ser que la cuenta nunca fue bloqueada y en cuestión de días Susan se encontró con otro cargo a su cuenta de $124.28 dólares.
Después de este suceso, Taylor volvió hablar a servicio al cliente de Microsoft solo para encontrar que el departamento encargado de este tipo de fraudes, por alguna razón, fue incapaz de «congelar» su cuenta con la explicación tan informativa -un sonoro «no sé por qué» y la sugerencia de que siguiera intentando acceder a su cuenta aún cuando el hacker había cambiado al contraseña- que decidió tomar las cosas en sus propias manos.
Susan hizo una nueva cuenta y agregó como su amigo a una de las cuentas a las que se habían transferido los fondos y contactó al propietario de dicha cuenta logrando obtener información de la persona que, a su vez, se la había vendido a él. Además encontró el proceso con el que estos individuos logran hacer el proceso de fraude y venta de cuentas que le sucedió a ella.
- Obtener el nombre de usuario y contraseña de la cuenta -mediante ingeniería social u otros medios-.
- Comprar el paquete «Gold» familar para dicha cuenta para poder transferir puntos entre cuentas.
- Comprar puntos de Microsoft
- Crear múltiples cuentas nuevas de Xbox Live.
- Transferir los puntos comprados a las cuentas nuevas.
- Vender la cuenta con los puntos a otra persona cobrando menos de lo que costaría obtener los puntos.
Si quieren conocer más de cómo se desarrollará la historia de Susan, visiten Hacked on Xbox.