Los empleados de Ubisoft están molestos por un repentino cambio de planes que les forzará a volver a las oficinas.
Con la llegada de la pandemia de COVID-19 muchos se dieron cuenta que el entorno laboral de la oficina no era estrictamente necesario. Ni para mayor creatividad, ni para mejor productividad, ni nada de eso. Algunas compañías, como Ubisoft, habían prometido a trabajadores nuevos y viejos que podrían seguir trabajando desde casa en perpetuidad. Pero ya no más.
El pasado 11 de Septiembre el desarrollador y publisher francés implementó el regreso a las oficinas que haría obligatorio el trabajo presencial 2 veces por semana. Un movimiento sorpresivo porque a pesar de haberlo mencionado por allá de 2021, la compañía nunca hizo comunicado corprativo oficial ni aclarado en qué consistiría.
Dentro de la compañía hay una especie de revuelta que se ha hecho ver, según reporta IGN, en los comentarios internos de los trabajadores donde se muestran inconformes y hasta traicionados tras las promesas que se hicieron en años anteriores.
Algunos comentan que vendieron sus propiedades en las cercanías de las oficinas, dentro de las ciudades, e incluso sus coches para reubicarse a otras ciudades teniendo en mente la promesa que se les había hecho de que sus posiciones se respetarían como de trabajo remoto.
Otras quejas ante el regreso al trabajo presencial mencionan recursos insuficientes en las oficinas, como sillas o estaciones de trabajo, el retiro de bebidas o café, gastos adicionales por transporte o condiciones poco favorables de accesibilidad para personas con dificultades motrices, que usan sillas de rueda o que requieren otro tipo de asistencia física para su desempeño y desenvolvimiento correcto.
Incluso hay algunos que están comunicando su creencia que este repentino cambio de políticas de Ubisoft puede incluso considerarse un «despido silencioso» que sin duda ayudaría a deshacerse de cierta porción de la base trabajadora si llegan a renunciar, sin necesidad de pagarles los beneficios que se deben dar al tratarse de un despido.