Bungie también tenía una cultura tóxica de trabajo

Aunque Bungie salió de las garras de Activision hace unos años, el camino a ser una mejor empresa es lenta y a veces parece imposible.

Un nuevo reporte por parte de IGN revela que Bungie, desarrolladores de Destiny y los primeros Halo, también tiene sus esqueletos en el clóset en cuanto a cultura laboral, crunch y malas prácticas de contratación y promoción laboral.

Este reporte lista decenas de declaraciones entre extrabajadores y desarrolladores actuales de Bungie que aunque también pintan un panorama esperanzador para la compañía, quizá los cambios terminen siendo muy lentos o se queden cortos antes de llegar a la meta deseada.

En los últimos años Bungie ha estado implementando estrategias que permitan la eliminación del crunch al retrasar fechas de entrega de contenido o eliminar contenido para el que no tendrían tiempo suficiente para desarrollar. Pero el reporte asegura que en específico el equipo encargado de la narrativa y la historia dentro del desarrollador son los que peor la pasan.

El ejemplo más claro de esto fue durante el estreno de la primera expansión de Destiny 2, La Maldición de Osiris, que fue recibida de forma desastrosa por la comunidad. Esta bienvenida provocó que los líderes del equipo encargado de la narrativa pusieran presión en sus subalternos llevando a semanas laborales de entre 60 a 100 horas de trabajo así como abuso verbal constante.

Como respuesta a este reporte el presidente operativo de Bungie, Pete Parsons, asegura que la compañía ha estado trabajando contantemente para eliminar no solo las prácticas tóxicas que tenían en el pasado, sino también despedir al personal que participaba en ellas y restructurado partes de las distintas divisiones dentro del studio así como reevaluaron sus procesos de contratación y promoción laboral para que sean justas y diversas.

Más allá de todo esto, Parsons siente que crear un ambiente de trabajo mejorado no es tan rápido como quisiera, sobretodo cuando se trata de una empresa que trabaja para producir capital y una de las medidas que se necesita para evitar el desgaste laboral es el retrasar o cancelar contenido que se traduce en menos ganancias para la compañía, situación que naturalmente llevaría a la restitución del crunching e iniciar el ciclo vicioso nuevamente.