Sony se ha adelantado: Su próxima consola se llamará PlayStation 5 y estará disponible para finales de 2020.
Todo mundo ya suponía que la próxima generación llegaría antes que finalizara el año próximo, pero Sony ha confirmado con Wired que así sería al menos para el PlayStation 5 junto con otro par de detalles que todavía no había revelado.
Uno de las principales diferencias es el cambio de la tecnología de vibración en el control por una tecnología háptica que le permitirá un rango más grande de retroalimentación al jugador. Primordialmente esto se concentrará en los gatillos R2 y L2 que serán programables para ofrecer distintos niveles de resistencia, muy similar a lo que actualmente tiene el control de Xbox One.
Asegura Wired que físicamente, al menos hasta ahora, el control del PlayStation 5 se parece mucho al Dualshock 4 y que Sony aún no lo ha bautizado como Dualshock 5. Lo que sí es que cambiará el conector de un Micro-USB tipo A, a USB Tipo-C reversible que además contará con mejor altavoz integrado y una batería más grande.
Por el lado del procesador gráfico, Mark Cerny explica que la consola contará con aceleración para ray-tracing. Esto viene como respuesta a las preocupaciones que anteriormente donde simplemente habían dejado libre la interpretación que el ray-tracing sería simulado por software.
Otro dato interesante es que, muy similar a lo que habían prometido con las descargas en el PlayStation 4, el PlayStation 5 permitiría instalar juegos por partes. Es decir, si quieres de momento instalar únicamente el componente multijugador y dejar el modo campaña para otro momento, podrás hacerlo.