Después más de veinte años refugiados en las líneas del metro de Rusia, la humanidad enfrenta a su mayor enemigo. Lo alarmante es que ni siquiera se encuentra fuera de las estaciones del gran Metro.
Ficha Técnica
Título: Metro: Last Light
Desarrolla: 4A Games
Publica: Deep Silver
Plataformas: PlayStation 3 [Versión reseñada], Xbox 360, PC
Jugadores: 1
Fecha de Salida: 17/Mayo/2013.
La historia de Metro: Last Light toma lugar justo después de los eventos de Metro 2033 y hace un buen papel en ponerte al tanto de la situación aún si no jugaste el primer título de la saga. Obviamente sigues nuevamente los pasos de Artyom y su misión, algunos podrían decir que totalmente ilusoria, de salvar a la humanidad.
Después de haber derrotado a los Oscuros, la amenaza más inminente hacia la humanidad, ahora te encuentras lleno de dudas en si estos seres en realidad eran malignos o simplemente seres incomprendidos con un papel distinto del obvio y con una encomienda que te pondrá incluso en papel de traicionero, sales nuevamente a explorar no solo las estaciones del Metro, sino muchas locaciones en la Rusia de la superficie.
Para el que no conozca el trasfonso de Metro, en general, el juego está basado en las novelas homónimas –al primer juego- escritas por el autor ruso Dmitry Glukhovsky, en donde la humanidad ha sido devastada por un ataque nuclear y la civilización no tuvo opción salvo tomar cobijo en los túneles del metro.
Durante el primer juego, donde también tomas control de Artyom, un atormentado habitante del Metro que busca ser aceptado en los rangos Espartanos de la Órden, encargados del bienestar y segurodad del Metro, y se encomienda a sí mismo la misión de salvar a la humanidad al librarla de la amenaza de los Oscuros.
En esta segunda parte exploramos una faceta un tanto distinta a la que tuvimos oportunidad de conocer durante el primer título, pues aunque hay muchos enemigos “salvajes” en forma de fauna mutada y evolucionada durante los 20 años que han pasado luego de los bombardeos, la amenaza más fuerte no se encuentra en la superficie, sino dentro del Metro. Nosotros.
La trama aunque toca muchos elementos del juego anterior, bastante bien cubiertos por el prólogo del juego, como la destrucción de la ciudad de los Oscuros, intenta revelarnos mucho más de otras estaciones del Metro que no conocíamos, como la Línea Roja; o facciones distintas como los Comunistas o los Nazis.
No le demos muchas vueltas al asunto, Metro: Last Light es un disparador en primera persona. Y aunque tiene algunos elementos que le dan variedad, como la posibilidad de eliminar enemigos sigilosamente o pasar algunas secciones sin siquiera alertarlos, el juego se centra mucho en la mecánica de disparos que aunque a veces se siente un poco básica, funciona de maravilla.
El juego ostenta una muy limitada variedad de armas y aunque hay muchas opciones a la hora de personalizarlas, como un tercer o cuarto barril para tu escopeta o distintas mirillas, cañones o culatas, que básicamente haya solo 4 tipos de clasificaciones puede ser algo decepcionante para algunos. En resumidas cuentas solo hay pistolas de una mano, escopetas, rifles francotirador y rifles de asalto. Muy avanzado en el juego también podrás portar armas pesadas como una ametralladora, pero es en una parte muy breve de la narrativa.
Lo mágico es que la poca variedad de armas se sirve de otra mecánica que es bastante icónica en la franquicia: como la civilización se fue al carajo luego de los bombardeos, no hay moneda salvo la munición militar de alta calidad. Esto no quiere decir que tengas que guardar cada bala, sino que hay distinción entre la munición común y corriente y la especial, que es la que usas también como moneda pero si decides dispararla será mucho más efectiva que la común.
Esto, además de inyectarle un poco de profundidad, sensación de cautelo y alentarte a explorar cada rincón del juego, sirve de aliciente para que planees bien tus ataques y tengas una salida de las situaciones difíciles en las que seguramente te hallarás.
Una cosa que hay que dejar muy en claro es que el juego no es de mundo abierto como yo pensé inicialmente pero esto no es nada malo, ¿recuerdan a Half-Life? Sí, uno de los mejores juegos de la historia y, adivinen qué, es un juego lineal. En Last Light encontraremos muchas secciones donde iremos acompañados de algún personaje secundario y estaremos condenados a seguirles los pasos y escuchar sus diálogos, bastante buenos por cierto, pero también hay una gran sección del juego que deberás recorrer a solas, lo cual magnifica la intensidad y la inmersión del juego.
No creas que el juego es pura acción, encontrarás secciones donde lo más seguro será ir sigilosamente o algunas otras en donde te pondrá los pelos de punta el ambiente.
De seguro no has escuchado mucho de su desarrollador, 4A Games, y no es extraño dado que es un desarrollador Ucraniano de extrabajadores de GSC Game World, studio encargado de desarrollar S.T.A.L.K.E.R, y como tal habrá algunas mecánicas que a muchos quizá les de miedo. Como ejemplo podemos citar el tener que estar al tanto de la duración de tus mascarillas de oxígeno –específicamente los filtros que tienen duración variable- y cambiarlos manualmente, así como que la acción de limpiar el visor de tu máscara es activada con un botón.
Quizá esto sea molesto para algunos, pero terminas haciéndote a la idea e incluso y aunque suene extraño, ayuda a meterte en el ambiente del juego.
4A Games utilizó su propio motor, 4A Engine, para desarrollar este juego y sin dudas paga sus dividendos y en la versión reseñada, del PlayStation 3, el juego se desempeña de forma muy favorable. Noté muy pocos bajones de cuadros por segundo –de momento no puedo recordar alguno muy en específico-, la aparición del screen tearing es prácticamente nula y la calidad de las texturas es bastante buena.
Quizá las pocas quejas que podríamos acomodarle al juego es la poca variedad de modelos para personajes humanos y aunque hay bastantes variaciones de rostros y vestimenta para estos, lo cual le aporta cierta autenticidad, en algunas ocasiones notarás que hay alguno que otro clon por aquí y por allá. Pero no es nada grave.
La distancia de dibujo, la cual determina a qué distancia puedes comenzar a ver los detalles lejanos de un escenario, es manejada bastante bien pues en la mayoría de la aventura te encontrarás en espacios confinados y aunque hay algunos escenarios más “abiertos” se las ingenian para enmascarar las distancias de forma muy convincente como follaje alto. Eso sí, encontrarás más de un par de “paredes invisibles” que te impedirán acceder a partes del escenario que podrías jurar están al alcance de tu mano.
Les seré sincero, salvo las canciones de batalla y algunos efectos de sonido que te indican, por ejemplo, cuando un enemigo está a punto de verte, no noté mucho trabajo orquestal en Metro: Last Light. Esto no quiere decir que no tenga soundtrack, sino que la ambientación del juego te invita y casi obliga a estar inmerso en el mundo del juego.
El diseño de sonido, eso sí, es increíble. Aunque no cuento con un home theater en la televisión donde juego, podría apostar que a veces los sonidos provenían de mi habitación y no de la televisión. Los efectos de sonido son buenos y la actuación de voz es bastante generosa, pero algunos podrán sentirse agobiados por el acento ruso de los personajes lo cual es… obvio por la ambientación del juego.
No probé la opción de poner el juego con las voces en ruso y el subtítulo en inglés, pero ésta se encuentra disponible para quienes gusten probar esta variante.
Metro: Last Light no es el mejor FPS, incluso muchos podrían decepcionarse con su ritmo un poco disparejo, su poca variedad de armas o su linealidad. Otros, como yo, agradecerán el esfuerzo y el detalle puesto en una experiencia totalmente envolvente, que te atrapa y no te deja ir. Que te aterra y te anima a seguir adelante y aunque quizá sea la última a ventura de Atryom, podríamos empezar a etiquetar a la serie de Metro como el Half-Life de los juegos Europeos.
Quizá suene exagerado, pero es una saga que muy a pesar de sus limitantes técnicas en algunos aspectos y de sus mecánicas poco convencionales, logran sobresalir de sus propios defectos y otorgan una experiencia que sería grato poder disfrutar más seguido.
-Lo bueno: historia consistente, ambientación inmejorable.
-Lo malo: poca variedad de enemigos y armas.
-Tiene sistema de decisiones morales… aunque usted no lo crea.