Microsoft ha logrado, mediante desinformación, el confundir a todo mundo y parece que Polygon trae algunas respuestas para nosotros que lograrán calmar un poco las inquietudes de los posibles compradores de un Xbox One.
Tras la confusión en cuestión de los juegos usados, la instalación y constante comunicación de servidores para autenticarlos, parece que esta es la versión más confiable hasta el momento: Una vez instalas un juego, los servidores de Xbox requerirán que estés checando eventualmente la validez de la misma mediante una conexión a internet que se hará a intervalos aún no especificados, pero sugeridos de 24 horas.
Ahora bien, si instalas un juego en tu consola y luego prestas el disco a un amigo, cuando él instale el juego en su Xbox One, tu instalación se desactivará y permitirá a tu amigo jugar el título sin necesidad de comprar una licencia nueva, más o menos lo que intentó explicar Mayor Nelson hace algunos días.
Phil Harrison, por otro lado, habló de los juegos usados en donde si alguien más adquiere el juego de segunda mano, entonces se deberá pagar una cuota para poder hacerlo que, en la mayoría de los casos, será del precio del juego completo «nuevo.» El problema es que Microsoft no ha hecho público de qué forma podrá diferenciar entre un juego prestado y uno que ya vendiste, aunque también clarificaron que podrás vender tu licencia de vuelta a microsoft y ellos te abonarán crédito que podrás utilizar en su tienda en línea, ¿cuánto? No se sabe todavía.