Por raro que parezca, a mi no me pareció tan mala la anterior aparición de Hulk en el cine, por allá de 2003. Ya sé que no fue una joya del séptimo arte, pero vamos, tampoco fue tan mala como Spider-Man 3.
Claro, no hablaremos de aquella película dirigida por And Lee, sino por la más reciente aparición del gigante esperalda en la pantalla grande: The Incredible Hulk (2008) con Edward Norton.
Ya lo había dicho Louis Leterrier (director de la película), no haría una película de Hulk sino le permitieran mostrar al monstruo en los primeros tres minutos. Y lo cumplió, pues en una introducción vertiginosa resumió lo acontecido antes de los eventos que narra la película: cuando Bruce Banner se sometió como sujeto de prueba de su propia investigación, terminó convirtiéndose en Hulk, destruyó el laboratorio y se llevó de paso a su novia, Betty Rose (Liv Tyler) y desde entonces, el Dr. Banner ha estado prófugo.
De ahí en adelante se muestra a un Bruce Banner apachurrado entre las favelas brasileñas, intentando controlar sus transformaciones por medio de concentración y entrenamiento arduo. Además, mediante charlas con un tal “Mr. Blue” intenta encontrar la cura a la enfermedad de radiación gamma de la cual sufre.
Creo que la película es bastante buena, quizá no sea al nivel de Iron Man, pues creo que ambas son bastante buenas pero en niveles distintos. Iron Man fue bastante buena en acción y comedia, pues ese fue el enfoque se le dió a la película. Hulk fue diferente, en vez de concentrarse en la acción (que por cierto, hay bastante y muy muy buena), se enfocaron más en el eterno conflicto con el Coronel Rose, el padre de Betty, y el reencuentro de Bruce y Betty.
Ahora vemos como, en comparación con aquel Hulk de 2003 que parecía hecho con Play-Doh, este nuevo Hulk parece tener vida y pesar varias toneladas. No simplemente se avalanzaba y brincaba como si no pesara ni un gramo. Se siente pesado, se oye pesado y se ve… bueno im-pre-sio-nan-te.
Se nota que le echaron los kilitos en el apartado gráfico y de diseño de Hulk, pues aunque se criticaba por la calidad de los mismo en internet, cuando salió en el cine todos se asombraron a ver la calidad y la cantidad de detalle que le pusieron a los modelos, tanto de Hulk como de Abomination.
En cuanto a trama, se centraron más en el centro en lo emocional, en lo romántico, que en la acción. Cosa que me agradó bastante. Y aunque si hubo un par de momentos graciosos (la noche con Betty y el puntapié que le da a Blonsky me hicieron sonreír al menos). Sin duda, el momento más gracioso fue cuando, después de enfrentarse al ejército y salvar a Betty, Hulk va a unas montañas y después de que un trueno le sacara un susto, toma una piedra y la lanza al cielo en señal de desafío.
Una característica de las películas de Marvel es el cameo de Stan Lee, y después de la genial caracterización de Hugh Heffner, esta vez el padre de los comics encarna a una víctica de radiación gamma. Bastante chusco. Y para seguir con los cameos, los que hayan seguido la serie televisiva de Hulk, podrán apreciar un cameo de Lou Ferrigno.
Los enfrentamientos que suceden son bastante buenos, comenzando con el altercado en la embotelladora en brazil, siguiendo con el enfrentamiento en la universidad y terminando con la brutal golpiza con Abomination; sin duda, todo fan de Hulk se emocionará a ver las madrinas que se acomodan en la películas.
Otro apunte interesante que me gustaría hacer es que este Hulk es más apegado al comic, quizá en un intento de Leterier por hacerle un poco de Fan-Service a los seguidores de Hulk, pues com líneas como “Hulk, Smash!” y ataques típicos e insignia del gigante esperalda como el pisotón y el aplauso sónico. Sin duda hizo emocionar a más de uno en las salas de proyección.
Por último, la aparición de Robert Downey Jr. en su papel de Tony Stark / Iron Man al final del filme, hacen cada vez más evidente una adaptación de Avengers a la pantalla grande.
Si las películas de acción son lo tuyo y si gustas de ver al gigante esmeralda en acción, The Incredible Hulk es una película obligada que no deberás dejar pasar.