Muchos salimos a parrandear el día que se anunció que, finalmente, cancelarían el multiplayer de BioShock: Infinite. Pero asegura Ken Levine que este componente del juego era increíble y fue cancelado no por la calidad del mismo, sino por el tiempo que les estaba «robando.»
«Lo vemos de esta forma: estábamos experimentando con demasiadas cosas.» explica Levine a IGN. «Mucho de ello era tan experimental que no tenías idea. Cuando haces un juego de Talibanes contra Marines, es un camino claro qué tomar. En un juego como este, donde estás en una ciudad flotante en 1912 y debes rescatar a una mujer que puede cambiar la naturaleza del a realidad… simplemente no tienes cómo guiarte en ello.»
Asegura Levine que llegaron a un puto en donde debieron decidir si era lo que buscaban o si lo dejaban, decidieron lo último, porque simplemente no estaba al nivel de lo que querían. Aún así, en palabras de Levine, el multiplayer era «extraordinario.»
¿Entonces qué sucedió? Según Ken es que no tenían los recursos necesarios ni el tiempo para terminar el experimento que habían iniciado y llevarlo al nivel que querían. «No podríamos entregar algo que no fuera consistente con las otras partes del juego.»