Steve jobs decidió convertir al iPhone y al iPod en una plataforma abierta para los desarrolladores. Anteriormente estas mismas plataformas habían sido «cerradas» con candado para asegurarse que fueran seguras, pero ya no más.
A partir de febrero ambos dispositivos estaran abiertos para que cualquier desarrollador pueda programar aplicaciones para ellos. Quién sabe, podrían haber también videojuegos ya sea de estudios reconocidos o de desarrolladores independientes, quizá hasta caseros.