La televisión no pasa por un buen momento en los Estados Unidos. Eso es lo que se desprende de las cifras de audiencia de la última gala de os premios Emmy, algo así como los Oscar de la pantalla chica estadounidense.
Entre sus triunfadores están los esperados, la serie 30 Rock y Mad Men. La primera de ellas se llevó un gran chasco, sobre todo con las 22 nominaciones con las que arrancaba y los cinco premios que consiguió cosechar.
La serie dramática Damages (traducida como Daños y perjuicios), dio a Glen Close su Emmy a mejor actriz dramática. La propia actriz se mostró muy emocionada con el galardón y afirmó que el papel de oscura abogada capaz de cualquier cosa, es “el papel de su carrera”. Una afirmación muy gruesa si tenemos en consideración su dilatada carrera interpretativa.
La gala de los Emmy 2009 fue seguida por algo más de 12 millones de espectadores en los Estados Unidos. Su nuevo mínimo histórico marcado y siguiendo la tendencia actual de las galas de premios “tradicionales”. Eso sí, la alfombra roja fue todo un avispero de vestidos de noche, de pedrería y de sonrisas resplandecientes. Nadie faltó a la misma.