China declara como «curada» su adicción a los videojuegos

Luego de años de implementadas fuertes regulaciones para los videojuegos, el gobierno chino asegura haber curado a su jóvenes de la adicción que estos provocan.

Desde 2019 el gobierno chino ha estado poniendo regulaciones cada vez más estrictas a los videojuegos, restringiendo el acceso a menores hasta un máximo de 3 horas a la semana -una hora por noche- los viernes, sábados y domingos. Regulaciones que también se extendieron a los publishers y desarrolladores que, para poder hacer lo propio en china, debían aplicar para un proceso de licenciamiento para cada juego en cuestión, proceso que se había detenido ya hace algún tiempo.

Ahora, según reportes del Financial Times y Reuters, el comité regulador del gobierno chino encargado de la implementación de estas medidas aseguró durante la semana que han contrarrestado los efectos adictivos de los videojuegos y levantarán las restricciones en lo subsecuente.

De acuerdo a la Asociación de de Publishers de Videojuegos (o GPC por sus siglas en inglés), el 75% de los menores ya juegan menos de tres horas a la semana y, por lo tanto, el gobierno podría estar con la disposición de retirar las regulaciones que han impuesto a la industria y a la población.

Hablando de la industria, reconoce el GPC los esfuerzos que los publishers y desarrolladores han hecho para suprimir el tiempo de juego en menores con el huso de herramientas como la tecnología de reconocimiento facial que Tencent utiliza para mantener a los jóvenes dentro de los lineamientos del gobierno.

Si se preguntan a qué viene el cambio de corazón del gobierno chino ante los videojuegos, resulta que coincidentalmente días antes antes de anunciar que se había cumplido con el objetivo de eliminar la adicción de los videojuegos es que el Diario del Pueblo, un medio auspiciado por el gobierno, puso a la industria como un aspecto que no se debe desaprovechar y se buscará expandir el alcance de las compañías chinas en el panorama internacional de los videojuegos haciendo comparación en cómo la unión europea le ha dado a los juegos un valor estratégico, económico, tecnológico y cultural, cosa que china debería intentar replicar.