Curiosa estrategia la que está utilizando Microsoft para ganar el favor de los reguladores que investigan su compra de Activision Blizzard: despreciar los juegos del publisher.
Microsoft quiere que la adquisición de Activision Blizzard avance rápidamente, pero algunos reguladores gubernamentales en Brasil, Nueva Zelandia y Estados Unidos tienen esta unión bajo la lupa buscando indicios que no fomente prácticas monopolistas. Y según Rock Paper Shotgun, la estrategia que Microsoft está utilizando para saltar los obstáculos que esto supone es simplemente minimizar la importancia de los juegos en el catálogo de ActiBlizz.
Por ejemplo, Microsoft aseguró a la Junta de Comercio de Nueva Zelandia que no hay nada único en los juegos desarrollados y publicados por Activision Blizzard como para considerarlos una compra obligada en PC o Consolas; mientras que a los reguladores brasileños Sony les dijo que juegos como Call of Duty podrían considerarse como juegos esenciales y un juego triple-A que no tiene rival, siendo una franquicia de tal importancia que podrían ser el factor de que una persona compre una u otra plataforma.
A diferencia de la compra de Bungie que hizo Sony hace unos meses y que acaba de cerrar hace cuestión de días, la de Activision Blizzard por parte de Microsoft parece estar teniendo más tropiezos de lo que hubiese querido la compañía madre de Xbox.