Netflix continúa con su racha de compras de studios de desarrollo de videojuegos al anunciar que adquirió a Boss Fight Entertainment.
El gigante del streaming de video quiere ingresar a la industria de los videojuegos y la estrategia más reciente para hacer su lugar es comprar studios, como acaba de reafirmar con la adquisición de Boss Fight Entertainment.
Boss Fight es el tercer studio de desarrollo que Netflix compra, cerrando el trío con Night School Studio y Next Games. Esto, si le suman a sus esfuerzos de agregar juegos pequeños incluidos en la suscripción base de Netflix, podría resultar en una interesante propuesta.
Pero todo se siente aún muy preliminar y hará falta quizá algún tiempo para que Netflix entre completamente y haga una oferta realmente seria para intentar posicionarse como una plataforma viable dónde jugar.