La pesadilla de la escasez de microprocesadores no parece terminar jamás y ahora se estima que la crisis persistirá hasta 2023.
Todos conocemos que es difícil encontrar algunos bienes para comprar recientemente. Desde tarjetas de gráficos, automóvoles, smartphonoes, vaya que hasta a Microsoft le fue imposible conseguir Xbox Series X para un reciente torneo y la cosa no acabará pronto ya que estima el presidente operativo de Intel que las cosas no se normalizarán sino hasta por allá de 2023.
Esto lo reveló Pat Gelsinger a Nikkei Asia pues dijo que la escasez de semiconductores ya se veía venir desde antes de la pandemia con el aumento anual de 5% en la demanda de estos componentes, pero cuando llegó el COVID el crecimiento aumentó de golpe al 20%. Esto, si le suman el hecho de que las líneas de distribución están sufriendo constantemente retrasos y falta de personal, simplemente exacerba el problema.
El problema, como todos sabemos, es que para poder surtir esta demanda de componentes es necesario construir nuevas fábricas y se aligere el desabasto, pero esto es no solo tardado sino sumamente costoso.