Para este punto del partido no es extraño saber que Activision Blizzard trata mal a sus empleados pero escucharlo directo de una víctima lo hace más real.
Acompañada de su abogada Lisa Bloom, Christine hizo una rueda de prensa el día de hoy dejando todavía más clara la realidad en la que trabajan empleados de Blizzard, especialmente mujeres, rodeada de una cultura de acoso e invisibilización de víctimas a favor de los victimarios.
Christime asegura que durante sus 4 años laborando en Blizzard ha experimentado de primera mano el acoso en forma de comentarios hacia su cuerpo, insinuaciones sexuales no solicitadas, toqueteo inapropiado, ha sido arrastrada a eventos laborales llenos de alcochol y víctima de «cube crawls» (donde algún miembro hombre del equipo de trabajo gatea por debajo de los cubículos y mesas de sus colaboradores y colaboradoras) así como ha sido objetivo de invitaciones para tener sexo casual con sus supervicores así como vivir en un ambiente propio de una fraternidad universitaria menos que ideal para la base trabajadora femenina.
Esta situación le tiene desilusionada pues cuando entró a Blizzard creyó que estaría trabajando en su empleo de ensueño y rápidamente descubrió que no era así. Peor que cuando reportó estas conductas de su equipo de trabajo a sus superiores lo único que recibió fueron comentarios que la incitaban a simplemente superar la situación asegurando que sus compañeros solo estaban bromeando así como comentarle que no sería necesario llevar sus quejas al departamento de recursos humanos ya que los victimarios no habían cometido ningún delito.
Es más, luego de su intento de reportar estos problemas le bajaron el puesto, le impidieron recibir bonos económico o acciones de la empresa, y aumentos salariales mínimos.
Aunque después de todo lo sucedido la salud mental de Christine se vio deteriorada, decidió hacer esta declaración pública como su forma de luchar para un ambiente de trabajo seguro, asegurando que en Blizzard hay mucha gente increíble y que es necesario que todos se sientan seguros y apoyados por la gente en puestos de liderazgo, mismos que deben asegurarse de que la gente que obra mal sea responsabilizada de manera adecuada.
La abogada de Christine, Lisa Bloom, no es extraña en estos ruedos pues representó a las víctimas de Jeffrey Epstein, por lo que estima que el fondo que Activision Blizzard estableció hace unas semanas para la resolución de estos casos -fondo que asciende a los $18 millones de dólares- y con el número de víctimas, es francamente insuficiente e inadecuado.
Bloom tiene tres exigencias para la empresa: Primero es establecer un proceso directo, rápido y justo para que todas las víctimas puedan resolver sus acusaciones así como que se extienda el fondo a un mínimo de $100 millones de dólares; segundo, que el studio ofrezca una disculpa real a Christine y a las demás víctimas; y finalmente, tercero, que sea auditado por una entidad ajena el daño a las carreras de sus empleados han sufrido con el objetivo expreso de remediar decisiones discriminatorias.