Sumen a la lista de accionistas, trabajadores y medio a los presidentes operativos de Sony y Microsoft quienes se muestran preocupados por la situación en Activision.
La gota que rebasó el vaso parece haber sido el reporte de hace unos días en el que se reveló que el CEO de Activision no solo conocía la realidad del acoso y violencia sexual dentro de la compañía, sino que había protegido a altos mandos de ser despedidos e incluso cuenta con varios reportes de acoso en su contra.
En poco tiempo la base trabajadora se unió en un paro de labores y luego el grupo A Better ABK unió firmas -que ya llevan más de 1000- para exigir la renuncia de Kotick, mismo que ha sucedido con un grupo de accionistas de la compañía.
Poco después según reportes de Bloomberg el presidente operativo de Sony, Jim Ryan, asegura que él y otros puestos ejecutivos de la compañía estaban desconrazonados y anonadados al enterarse de que Activision Blizzard no se ha esforzado lo suficiente para repara la cultura de discriminación y acoso presente en el desarrollador y publisher. Además, Ryan se contactó con Activision inmediatamente para expresar su preocupación por la situación y preguntar cuáles son sus planes para responder a los alegatos ya que los comunicados no han sido lo suficiente como respuesta para hacerlo.
Microsoft no se quedó atrás ya que hoy Phil Spencer, CEO de Xbox, envió un correo a su personal para comunicar su postura al respecto de todo esto. En el correo Spencer dice que este tipo de conductas no tienen lugar alguno en la industria y que se encuentra bastante molesto por los eventos que se acaban de dar a conocer hace días, más importante que se estará reevaluando la relación entre Xbox y Activision buscando los ajustes necesarios, aunque no se sabe específicamente de qué se trata.
Lo que es innegable es la cantidad de presión para que Bobby Kotick deje su puesto como presidente operativo de Activision y en algún momento algo deberá de ceder.