Como parte de su reporte financiero Nintendo detalla cuales serán las implicaciones que tendrá la contingencia del COVID 19 en sus operaciones.
Lo que más puede afectar a la compañía, si esto sigue por más tiempo, es que el hecho de trabajar en casa puede ser muy complicado para el desarrollo de los proyectos internos así que esperan que algunos de sus juegos y servicios sufran un retraso. Mencionan que el mayor problema de este aspecto son las oficinas de desarrollo y subsidirias que están fuera de Japón, donde no pueden planear o anticipar que sucedera con las regulaciones.
Otro punto que plantea la compañía es que el consumo de software y hardware físico se reduzca debido a que las tiendas estarán cerradas, por lo que ya consideran una reducción de ventas del 17% en todo el año.
Por último a inicios de año Nintendo tuvo varias semanas sin poder entregar nuevos cargamentos de productos, principalmente en Japón, porque las compañías de producción y distribución en China cerraron sus puertas. Poco a poco se ha vuelto a la normalidad en este aspecto, pero consideran que piezas en especifico para el hardware podrían afectar la cadena de suministros de sus productos.
A todo esto siguen los rumores de que el Nintendo Direct, con los anuncios para la segunda mitad del año, será pospuesto hasta finales de agosto y ahora que es oficial que algunos de sus proyectos sufriran retrasos parece que no tardará mucho en confirmarse.
