El primer juego de Valve en muchos años parece no ser el éxito que esperaban.
Artifact, el juego de cartas basado en Dota 2, ha sido una serie de decepciones para Valve, pues en apenas un par de meses parecía estarse quedando sin jugadores y ahora, a menos de medio año de haber sido estrenado, pondrá las actualizaciones en pausa para reevaluar la estrategia del juego y resolver los problemas más graves que tiene.
La compañía asegura que Artifact no salió como esperaba y representa la discrepancia más grande entre las expectativas y lo que resultó del mismo, pero no creen que sea porque la audiencia no entienda el juego o que lo estén jugando de forma incorrecta.
Ahora tomarán esta oportunidad para mejorar y utilizar este conocimientos para hacer mejores juegos. Y aclaran que ha sido más que claro que hay problemas graves con el juego y la estrategia de actualizaciones que habían planeado ya que presentar nuevas cartas y algunas pocas funciones no será suficiente para remendar el juego.
Los primeros pasos para arreglar Artifact será reexaminar las decisiones de diseño que hacen al juego lo que son, como la economía y la experiencia social del mismo. De ahí empezarán a cimantar los nuevos pilares para Artifact.