Hace unos días Steam, bajo cualquier métrica la tienda digital de juegos más grande, implementó una nueva mecánica que ya está levantando polémica.
La mecánica en cuestión es la de devolución de un bien comprado. Obviamente esto no es totalmente nuevo para la plataforma, pues antes podías bajo argumentos sólidos, devolver una compara que hayas hecho en Steam. Pero sólo una por cuenta, y eso era todo.
Ahora ya es posible devolver un juego una vez no se hayan pasado15 días de su lanzamiento o 7 de su compra, después de su ventana de lanzamiento original, y no se haya jugado más de 2 horas antes de solicitar el reembolso del dinero que costó dicho juego.
Como era de esperarse y como ya es regla en este asqueroso mundo en el que vivimos, hay algunos vivillos que estarán buscando la forma de sacarle provecho y devolverán juegos viejos o títulos cortos que no llegan a las 2 horas de juego. Supongo que para estos últimos casos se pondrá alguna otra métrica que permita proteger a los desarrolladores de juegos cortos antes las devoluciones.
La parte buena es que se está permitiendo hacer esto y aunque en otras tiendas digitales ya se había permitido algo así, tenían muchas más restricciones; por ejemplo en Origin que sólo podía solicitarse reembolso en juegos de EA y en un caso me tocó a mi pedir un reembolso en la PlayStation Network por haber comprado la versión incorrecta de un título. También se puede en Google Play y, supongo que en iTunes también.
La apertura y flexibilidad de los términos que Steam ha establecido para las devoluciones de juegos digitales hará que se discuta sobre el beneficio para el consumidor –más que en el prejuicio para el Publisher y desarrollador- y quizá, espero yo, se eleve el estándar de calidad de los juegos.
¿A qué me refiero? Es triste, pero es cada vez más común la práctica del “parche del día uno” que, en unos casos, no son tan descarados, pero en otros prácticamente te hacen descargar el juego nuevamente por la cantidad tan enorme de problemas que se arreglan con esta primera actualización. Vaya, incluso hay algunos títulos que han estado bloqueados para aquellos que no descargan el parche y pretenden iniciar su juego así.
El problema aquí no es el parche del día uno, es el cinismo de los desarrolladores de lanzar un juego que a veces toma más de seis meses en corregir, en vez de retrasarlo y trabajar bien a fondo en él; no es la misma un juego parchado posteriormente a su lanzamiento a que se corrijan los detalles de “raíz” dentro del código original del juego.
Esto nos lleva a una cuestión todavía más interesante, pues muchos dirán a esto último que lo más sensato y saludable es esperar algunos meses a que se arreglen los problemas e, incluso, que el juego baje de precio. Quizá nuestra misma prisa de querer experimentar un juego el primer día que está disponible esté mandando el mensaje equivocado a los publishers y desarrolladores que se salen con la suya en estas prácticas.
Mientras que el asunto de los reembolsos en Steam madura y se analiza será importante no desviar la mirada de cómo este movimiento termina afectando a las demás tiendas en línea y si les seguirán el paso más temprano que tarde o si lo harán en algún momento y qué cláusulas se estipularán para ello. Pero más importante será seguir de cerca el impacto que esto tendrá en los publishers y desarrolladores.
La discusión de si los que esperan –ya sea a por descuentos o a los subsecuentes parches y ediciones recopilatorias de los juegos- nos estén enseñando la pauta a seguir a futuro ante tanto estreno accidentado y al aumento del precio de los juegos en México, quedará para otra ocasión.