La historia de un videojuego es parte esencial del mismo, ya que nos sumerge en algo más que su jugabilidad. ¿Alguien pudo evitar llorar con la muerte de Dominic Santiag(Gears of war 3)?
League of Legends, a pesar de ser un juego enfocado en el ámbito competitivo, está también preocupado por mantener un lore extenso y bastante interesante. ¿Recuerdan el evento de Freljord? Uno de los eventos que pesaron en la historia del juego de manera especial ya que un mapa fue rediseñado(El abismo de los lamentos) y vinculado a esto, estuvo el lanzamiento de Vel’koz, campeón con el cuál la comunidad se volvió una secta Illuminati, buscando pistas por todos lados tratando de ligarlas al pulpo del vacío.
La historia del juego no se quedaba solo con los lores de los campeones, si no que en la página existían los «Diarios de la justicia» o los «Juicios de la Liga», donde se explicaba el porqué los personajes luchaban bajo las órdenes de los invocadores.
Cada nuevo campeón necesitaba una razón para unirse y mantenerse dentro de la Liga, y conforme el número de ellos seguía creciendo, la trama resultante hizo que el mundo comenzara a parecer cada vez más pequeño y menos interesante. Las instituciones que habíamos diseñado terminaron provocando una parálisis creativa y a la vez limitando las formas en que los campeones, las facciones y la misma Runaterra podían cambiar y seguir creciendo. No sólo eso, el simple concepto de tener invocadores todopoderosos hacía que los campeones no fueran más que marionetas manipuladas por poderes casi divinosv. El trasfondo que habíamos creado para explicar la acción interna del juego terminó por restringir el desarrollo y potencial narrativo de los personajes más característicos del juego.
Por estas cuestiones, se dejaron de publicar los Diarios de la justicia y los Juicios de la liga ya que comenta Riot Gnox, éstas narrativas eran restrictivas en cuanto al mundo expansivo que pretende ser League of Legends.
Desde las interacciones de los campeones hasta los eventos (y más allá), buscamos extender la historia de League of Legends y generar un mundo más amplio y dinámico que vaya de acuerdo con los poderes y personalidades de cada campeón.
Con un universo que se expande bastante seguido, llegaron a la necesidad de reinventar las historias, pero sin deshacerse de las anteriores. Esto quiere decir que ninguna parte narrativa de LoL tendrá un «Days of the future past»(donde todo lo que sucedió antes es borrón y cuenta nueva).
Del mismo modo que podemos volver a disfrutar viejos libros, series, películas, arte y cómics que han dado paso a nuevas interpretaciones del mismo material, la historia original de LoL sigue siendo una parte importante de League of Legends. De los cómics a la literatura clásica, la exploración del mismo espacio creativo en formas diversas es un proceso natural de todo esfuerzo narrativo.
Aunque todavía no nos dicen a ciencia cierta qué es lo que sucederá con la historia y como se pretende modificar, el equipo de narrativa de Riot quiso dejarnos algo muy claro.
Queremos reiterar que, si League of Legends está evolucionando constantemente, lo mismo debe suceder con su narrativa.
Los más recientes campeones que han salido, tienen muchas interacciones con otros campeones con los que podrían tener algún tipo de relación. Así que seguramente es por este lado por donde planean hacer algunas modificaciones, imaginen un Darius retando a un Garen en la línea, o tal vez a Katarina enviando un mensaje romanticamenzante a Garen. Las facciones de Runaterra y las personalidades de los campeones seguirá manteniendo la escencia y sobre esta misma personalidad se trabajará.
El evento de Shurima está próximo y con él tendremos muchas mejoras en el juego, como los Splasharts de Orianna, Renekton, Cassiopeia, Ezreal, Akali , Jarvan IV y Lee sin. Todo esto, como parte de la evolución del juego.
Además, está por venir(para la siguiente temporada) el rediseño de la Grieta del Invocador y junto con ella, nuevos marcos para los anuncios, nuevas gráficas, nuevos minions, nuevas torretas y muchas nuevas cosas, estén al pendiente de las novedades.
