Sony Santa Monica, encargados de la serie de God of War y otra serie de colaboraciones para otros studios internos de Sony, anunció el día de ayer que se encontraba en proceso de sufrir varios despidos y, junto con eso, la nueva propiedad intelectual en la que se encontraban trabajando también se cancelaría.
Poco después de que esto sucediera, uno de los ahora ex-trabajadores de Santa Monica dio su opinión al respecto en Twitter. «Ayer fui despedido,» explica Jonathan Hawkin, quien se desempeñaba como jefe de diseño de niveles, «tuve un buen periodo de 10 años, en los cuales sacamos 3 juegos con calificación promedio superar al 90. Cumplí mis sueños y logré todos mis objetivos. Excepto uno.»
Asegura Hawkin que su único objetivo no cumplido sería el crear algo totalmente nuevo, original. «Lo más triste de todo al despertar el día de hoy es que ya no puedo trabajar con mi familia. Después de ello está el dolor que comparto con mis hermanos quienes han perdido sus empleos. Lo más importante es que el juego que estábamos creando para los jugadores nunca podrá ser jugado. Me disculpo porque les he fallado.»
Mientras tanto Jonathan Blow, creador de The Witness y Braid, alzó su voz en apoyo a los ahora desempleados y al juego que nunca veremos materializarse. «Los publishers gustan de hablar cómo las nuevas propiedades intelectuales son aterradoras y peligrosas y, por lo general, no valen la pena,» explicó Blow en su cuenta de Twitter. «Claramente esto es señal de un raciocinio pobre, porque cada franquicia superexitosa que tenemos hoy en día, señor empresario inversionista que prefiere poner dinero en secuelas, fue alguna vez una nueva propiedad intelectual.»
Como ejemplos, cita Jonathan, podemos encontrar a God of War, Call of Duty y todas, realmente todas, las demás franquicias existentes. «¿Cómo es que le señor empresario inversionista no logra ver esto? Quizá la próxima vez que tenga una junta con él le pediré que me nombre una sola propiedad intelectual establecida que nunca haya sido una nueva propiedad intelectual.»
Mientras que Blow tiene razón y es totalmente triste ver esta situación repitiéndose una y otra vez repetirse en la industra, mientras sigamos con la tradición de estos enormes proyectos Triple-A, será cada vez más difícil ver a los publishers arriesgarse en nuevas ideas. Y ojalá eso cambie. Pronto.