Después de uno de los juegos peores recibidos de la serie, Assassin’s Creed parecía haber llevado más allá del hartazgo a sus seguidores, pero un cambio de protagonistas, de setting y de personalidad en general nos presenta a Black Flag. ¿Será este juego capaz de llevar a la franquicia a buen puerto?
Ficha Técnica
Título: Assassin’s Creed IV: Black Flag
Desarrolla: Ubisoft
Distribuye: Ubisoft
Plataformas: PC, PlayStation 3, PlayStation 4 [versión reseñada], Xbox 360, Xbox One, Wii U
Fecha de salida: 29 de octubre de 2013 para consolas de generación actual. 22 de noviembre en PC. 15 y 22 de Noviembre de 2013 para consolas de siguiente generación.
Assassin’s Creed IV nos pone en el siglo XVIII, en la gran era pirata donde no solo los reinatos de Inglaterra y España se disputaban el control del mar Caribe, sino que también había muchas más tripulaciones que estaban bajo la consigna de hacer lo que quisieran y obtener tanta ganancias como pudieran. Justo en este último grupo de personajes es donde se encuentra nuestro protagonista: Edward Kenway.
Aunque Kenway tiene un origen bastante humilde, un empleado de plantación que se enamora de la hija del dueño de la misma y logra casarse, tiene más ambiciones que simplemente conseguir a la chica bonita. Él quiere hacerse de un nombre, de una embarcación y conseguir riquezas suficientes para poder vivir tranquilamente junto a su esposa. Desgraciadamente los sueños son más fáciles de tener que de cumplir.
Lo que más me agradó de la historia que Black Flag cuenta no es necesariamente el conflicto entre Asesinos y Templarios, el tema central de toda la serie de Assassin’s Creed, sino la historia personal de Kenway. Es este arco narrativo el más interesante en toda la saga y que lleva sobre sus hombros el juego.
Quizá un giro interesante en este cuarto título numerado de la serie es que Kenway no es ni Asesino ni Templario y veremos cómo se alía con unos y otros para poder conseguir lo que quiere.
La historia está plagada con personalidades conocidas de la era de los piratas como Ed Thatch “barba negra,” Charles Vayne, James Kidd, Ben Hornigold, Jack Rackam, Anne Bonny y Mary Rum, en ocasiones me hubiera gustado ver más acción de estos grandes nombres en pantalla, pero debo conceder que el protagonismo es siempre de Kenway, lo cual hace que todas esas personalidades parezcan solo aparecer de vez en cuando para recordarte el setting del juego.
Como en todos los títulos de la serie, también viviremos eventos en “el presente,” donde descubriremos el estado del conflicto entre asesinos y templarios después de los eventos de Assassin’s Creed III y, como reflejo a tus acciones como Kenway, también andarás de un bando al otro, consiguiendo información interesante de cómo se enlaza con los demás juegos de la serie.
Podrías pensar que este juego deja detrás a todo lo que habíamos conocido de la mitología de Assassin’s Creed, pero mientras más avances en el juego verás que, aunque podríamos separarlo de los anteriores juegos porque no es el mismo protagonista –o sea, no es Desmond Miles- y que probablemente sepamos más de este personaje desconocido en próximos juegos, agrega una gigantesca cantidad de detalles a la historia global de la serie que no se puede considerar un spin-off en ningún sentido.
Aunque la historia del tiempo moderno ofrece cosas interesantes y conexiones con otros juegos de Ubisoft, como Watch Dogs, sigo considerando el punto más fuerte la historia de Edward Kenway ya que es la primera que considero no solo interesante y emotiva, sino totalmente humana entre las que se han contado en la serie.
Black Flag es un juego hermoso, quizá no sea una maravilla técnica y haga sangrar tus ojos como sucede con Battlefield IV, pero hay mucha belleza gráfica qué admirar en Assassin’s Creed IV, sobre todo en las versiones de Xbox One, PlayStation 4 y PC. Desde oleaje dinámico en alta mar, cambios de clima, follaje interactivo y simplemente el sinfín de detalles gráficos que resaltan en resoluciones de 1080p pueden lograr sorprender a cualquiera que venga de las versiones de PlayStation 3 y Xbox One.
Obviamente el legado de hacer juegos para ambas generaciones se nota en algunas animaciones raras y tiesas, en modelos sencillos e inteligencia artificial que bien podría pertenecer a juegos de inicios de la generación anterior, detalles que fácilmente serán mejorados una vez se enfoque completamente el desarrollo al hardware nuevo.
Muy similar a como sucedió con Brotherhood en relación a Assassin’s Creed II, Black Flag llega y toma los mejores elementos de toda la serie y los mejora, los pule y los presenta en una forma que te invita a explorar, a encontrar mil y una cosas inservibles y que, después de todo ese tedio, te sigas interesando en todo lo que ofrece.
Claro está que esto no hace que si eres un detractor de la serie, por acción del espíritu sango, te vaya gustar este juego. Quizá si perdiste la fe en la saga en algún punto, este sea el juego que pueda recuperar tu confianza en que Ubisoft puede hacer las cosas bien.
Hay tantas y tantas cosas por hacer que enlistaré algunas pocas para que se den una idea:
- Coleccionables: hay un sinfín de cosas qué encontrar, desde cofres con dinero, pedazos del animus, canciones para tu tripulación, tesoros escondidos con mejoras para tu barco.
- Conquista de Fuertes: en altamar encontrarás algunos castillos en la costa que te permitirán liberar secciones del mar Caribe que descubrirán los coleccionables y desbloquearán misiones y contratos navales.
- Contratos navales: si quieres dinero rápido, estas misiones te llevarán a escoltar navíos aliados o asaltar aquellos de tus enemigos y sacar ganancias.
- Cacería: en las distintas y variadas islas encontrarás distinta fauna que podrás cazar y hacerte con sus pieles y huesos que servirán para mejorar las habilidades de Edward.
- Harpón: en altamar encontrarás zonas donde podrás usar tu harpón y dar caza a los gigantes del mar, desde tiburones blancos, cabeza de martillo, orcas o ballenas jorobadas que servirán de igual forma para mejorar las habilidades de Kenway o para manufacturar nuevos trajes.
Todo esto sin contar las misiones de cacería de templarios, contratos de asesinato, misiones de buceo, búsqueda de reliquias mayas o los enfrentamientos con los barcos legendarios o los simples y llanos encuentros con barcos enemigos en altamar que podrás asaltar y posteriormente adueñarte para agregara tu flota de navíos.
Esto último abre otra sección del juego que aunque es opcional, hay mucho contenido qué desbloquear en la Flota. Este modo es muy parecido a los juegos sociales porque, de hecho, tiene un componente social muy fuerte en donde podrás ayudar y ser ayudado por tus amigos en línea para completar misiones más rápidamente.
Por otro lado, este es un Assassin’s Creed y con ello vienen las coas inherentes a la serie como las misiones de persecución a hurtadillas, de escuchar conversaciones a distancia y un sinfín de otras que son de odiar o amar: no hay puntos intermedios. Lo que todavía me parece inconcebible es que no haya un botón para entrar en modo sigilo, sino que esta acción sigue relegada a las zonas de “merodeo” (como los arbustos altos, que permiten esconderte de los ojos enemigos) y siendo una franquicia enfocada en asesinos, no hayan pensado en poner ésta habilidad en manos del jugador.
La banda sonora es un festín para tus oídos, con ritmos muy acordes a la época y cantos marinos para tu tripulación que simple y sencillamente te empaparán en la experiencia de estar al timón de tu confiable Jackdaw.
La actuación de voz, aunque cumplidora, al incluir voces en español ibérico no dejan de parecer –muy en lo personal- que Ubisoft solo tiene dos o tres voces distintas que, a la vez, se parecen demasiado entre sí. Quizá sea solo yo.
Y me refiero a que, aunque tengas el juego en idioma inglés, siendo que hay personajes españoles en la historia, aún así los escucharás hablar en español. Obvio. No jugué más que unos pocos minutos con el idioma en español, pero nada se compara a la jerga pirata en su idioma natal.
Debo decirlo, este juego me dio en la pata de palo. Pero por más que me haya gustado y por más que piense que este es el mejor Assassin’s Creed creado hasta el día de hoy, hay cosas que no me permiten recomendarlo a todo mundo. Sé que hay personas a los que la idea de jugar un Assassin’s Creed les parece vomitiva y este no hará que cambien de parecer, pero si tienen alguna intención de darle la oportunidad a un título de la serie, debería ser este.
Lo bueno: Gráficos increíbles, sobre todo en altamar.
Lo malo: lo disfrutas más si jugaste alguno o todos los anteriores.
Lo feo: no creo que el próximo juego de la serie vaya ser tan bueno como este.
[Un juego “bueno” es aquél que tiene algunos detalles molestos o frustrantes, pero que no impide que los disfrutes; es un título que sus virtudes sobrepasan a sus defectos, por más grandes que estos parezcan ser.
Esta reseña se hizo a partir de la versión para PlayStation 4 con un aproximado de 30 horas de juego, llegando a un aproximado de 65% de sincronización del juego. Para efectos de esta reseña y por problemas técnicos, no se jugó los modos multijugador de Black Flag.]