Recuerdo hace unos años que la gente daba brincos de emoción al pensar que el Wii ayudaría a rebajar las llantitas que adornaban su cintura gracias a que «los obligaba a levantarse del sillón.» Pero si un estudio reciente dice la verdad, podría ser que la propuesta de Nintendo no tenga un impacto tan significativo a la hora de rebajar de peso.
El Baylor College, en Houston, Texas, realizó un estudio que involucró a 78 chamacos que utilizaban un Wii en sesiones de 25 a 30 minutos diarios para ver qué diferencia hacía en contraste de la vida sedentaria que supondría un esquema de controles tradicional. La respuesta que encontraron es que, en realidad, el simple hecho de jugar Wii hace muy poca diferencia.
¿Cómo es esto? se preguntarán, la respuesta es fácil: como el esfuerzo del control de movimiento se enfoca únicamente en las muñecas, el desgaste calórico no es muy distinto al de videojugar normalmente y, al igual que una rutina de ejercicios común y corriente, si no se hace de forma adecuada, simplemente no da resultados.
Claro está que si se involucra el movimiento completo del cuerpo, como los movimientos sugeridos por juegos de baile como Just Dance, sí hacen diferencia, pero esto requiere que el videojugador ponga de su parte al replicar completamente los movimientos que se piden y que involucren más que el simple movimiento de una muñeca.