Bethesda acaba de anunciar que no ocuparán ir a checarse la vista -aunque deberían, nunca está de más- pues todas esas texturas borrosas que veían en Skyrim, en realidad, son por un problema en el juego que ya están en proceso de solucionar.
Esto sucede en la versión para Xbox 360 del juego, en específico cuando se instalan los datos del título en la consola para acortar los tiempos de carga. «Skyrim utiliza muchos sistemas para la transmisión dinámica, incluyendo las texturas,» aclara Bethesda en un mensaje de sus foros. «Hemos visto algunos reportes de ciertas texturas que, al escalarse a una resolución menor en el Xbox 360, no vuelven a subir su resolución.»
«Hemos verificado este problema y no ocurre cuando se está jugando directo del disco.» EN pocas palabras, esta es la solución rápida al problema: no instalen el juego. Eso sí, aclara la compañía que en breve habrá un parche que corrija este pequeño inconveniente.