Que todavía falten algunos meses para que Bioshock: Infinite salga al mercado da lugar a que algunos eventos actuales se puedan ver reflejados en el título, sobretodo con la aparente similitud de lo que sucede en el movimiento de «Occupy Wall Street» que se está llevando a cabo en Nueva York y las motivaciones de la facción «Vox Populi» dentro del juego.
«Occupy Wall Street me ha sido de ayuda porque he estado batallando para encontrar cómo es que llegó Vox Populi al grado que vimos en el demo [del E3],» comentó Levine al Washington Post. «He pasado mucho tiempo observando Occupy Wall Street. La queja principal es que no tienen un mensaje consistente y ha sido interesante reflejarlo en el mensaje del movimiento y verlo cristalizarse.»
Ya vimos que Levine sabe cómo expresar dos puntos de vista al mismo tiempo, que se complementan o se contradicen, dependiendo de qué formal o veas. «Los juegos tienden a ser como las manchas de rorschach para la gente y he visto reacciones de ambos lados. Tuve la desgracia de ir a un sitio supremacista y blanco donde argumentaron que [Infinite] es un juego hecho por ‘el judío’ de Ken Levine y que se trata de matar gente blanca,» explica Levine. «Entonces fui a un lugar izquierdista en donde dijeron que el juego se trataba de desacreditar los movimientos izquierdistas.»
«Como lo dije, los juegos son como las manchas de Rorschach y no me gustaría hacer títulos que expresen únicamente una filosofía o punto de vista político.»