Kingdoms of Amalur tiene varios conceptos interesantes que pone en juego, la primera de ellas es que, a diferencia de todos los demás personajes dentro del juego, el que tú creas no tiene ni destino ni historia que lo obliguen a cumplir ninguna acción: eso lo tendrás que decidir tú.
Pero ¿qué son los destinos y las historias? Pues son cartas que modificarán a tu personaje, mientras que los destinos se van forjando con las habilidades que vas obteniendo, las historias las eliges a placer para darle ventaja a alguna característica de tu personaje.