De seguro más de uno de ustedes recuerde aquél pequeño incidente en donde alguien logró colarse entre los sistemas de seguridad que Sony tenía puestos para la PlayStation Network y, supuestamente, robase información personal y -lo que nunca fue confirmado y pensamos que no sucedió- información bancaria de no sé cuántos millones de usuarios.
Pues luego de aquél percance, las autoridades Australianas se vieron forzados a investigar el asunto, pues hay una ley en aquél país en donde se requiere que una empresa que guarde información personal y sensible de sus ciudadanos debe tomar una serie de pasos para asegurarse que dicha información esté a salvo en una locación segura. Y con más de millón y medio de cuentas en Australia, más de uno sufrió un ataque de histeria durante el suceso.
Dicha investigación terminó el día de ayer con el dictamen de Timothy Pilgrim, Comisionado de Privacidad en Australia, anunciando que Sony había llevado a cabo todo lo postulado en la ley y aclaró que «Sony tomó todas las medidas razonables para proteger la información personal de sus consumidores, incluyendo la encriptación de la información del as tarjetas de crédito así como asegurando las medidas apropiadas de seguridad física, de red y de comunicaciones.»
Además, y calmando los ánimos de las teorías conspiracionistas, Timothy dijo que «no hay evidencia de que Sony haya revelado intencionalmente información personal de cualquier índole a terceros.» Y, para rematar su reporte aclara que «En realidad, la Plataforma de red fue hackeada.»
¿Qué, hackeada? ¡Ya no se puede creer en nada!
[vía|The Australian]