Un estudio llevado a cabo por la universidad del estado de Michigan ha revelado que los niños se apoyan más en los videojuegos cuando sus padres los presionan y regañan. Esto no quiere decir que mientras más negativa sea la relación de padre-hijo los niños se encierren más en los videojuegos, los pequeños solo requieren percibir que haya negatividad de parte de los padres para que se de este efecto.
Es interesante ver que ahora las cosas se van volteando, mientras antes solía verse a los videojuegos como un causal de varios fenómenos sociales -ya sea violentos o no-, ahora parece salir a la luz que los videojuegos ayudan como escape para los pequeños de la negatividad que los rodea en su casa -y, quizá, en otros de sus entornos-.
Pero no todo se le debe culpar a los padres, pues también otras presiones externas de la escuela, amigos y otros quehaceres y hobbies impactan en esto al igual que las malas relaciones padre-hijo.
[vía|GamePolitics]
es lo que tengo años y medio diciendo, yo uso los juegos de peleas para descargar mi ira de los malos maestro y de mis padres regañones