Al parecer, como dicen en los dichos, «entre más grandes, más fuerte caen,» pues según declaraciones de Martin Walfisz, cofundador de Massive Entertainment -quienes luego fueron comprados por Ubisoft- a GamesIndustry, Sony bien podría estar ante una situación que no se esperaban en cuanto a piratería.
«Si el hackeo funciona de la forma en que se reportó, no creo que Sony pueda retomar el control.» aseguró Walfisz. «Pueden intentar implementar un sistema parecido al que usa Xbox Live, impidiéndoles usar la PSN a quienes estén corriendo un sistema hackeado, pero siendo que el hack saca la vuelta a los sistemas de seguridad, esto es muy dudoso.»
Más aún siendo que el hack supuestamente no ocupa intervención alguna de un modchip y, asegura Martin, el PlayStation 3 podría sufrir aún más que el PSP a causa de la piratería. «De la forma en que, se supone, fue hackeado el PS3 dejó el sistema totalmente vulnerable. Los hackers pueden crear copias piratas con la firma digital oficial de Sony, haciendo extremadamente fácil el uso de copias pirateadas sin necesitar ningún hardware extra.»
«Supongo que estas copias pirateadas pueden ser guardadas en el disco duro, haciendo más fácil aún la piratería en el sistema y, con el tiempo, sobrearará el del portátil (PSP)»
Entonces, ¿qué le queda a por hacer a Sony frente a esto, Walkfisz? «No creo que puedan hacer mucho. Una vez que una consola ha sido hackeada por completo, el manufacturador no tiene mucho por hacer. Podrían actualizar su hardware para las nuevas versiones de la consola, lo cual sería un proceso largo y costoso, pero eso no impedirá que los usuarios corran copias piratas en las consolas que ya hay en el mercado y esta actualización debe ser hecha en una forma que no impida al usuario jugar los títulos que ya están en el mercado. Lo cual dudo mucho que pueda hacerse.»
Pero aún hay una esperanza para Sony… evitar que su siguiente consola caiga en este mismo bache y, según Martin, la opción es estar siempre en línea. «Creo que, en el futuro, las consolas requerirán una conexión perpetua a internet, de forma que se pueda administrar un mejor esquema de Manejo de Derechos Digitales (DRM), donde partes de la lógica del juego sean ejecutadas en línea por servidores seguros. De esta forma, no importará si la consola es hackeada, pues al estar en línea requerirá siempre una clave de registro válida.