Mucho nos han vendido la idea- o al menos lo han intentado – de que la violencia en los videojuegos transforman a cualquier niño en una máquina asesina y despiadada. Pero ¿es esto necesariamente verdad? Según un reciente estudio realizado por el Dr. Patrick Markey, de la Universidad de Villanova, no es así.
Según el Dr. Markey, más que la violencia en los videojuegos, cierta combinación de factores en la personalidad de un niño son más detonantes para esto que el solo hecho de ponerlo a jugar GTA IV o algún juego de disparos.
«Los resultados sugieren que la combinación simultánea de tres factores de la personalidad de un joven son más detonantes que los videojuegos violentos. Pues estos hacen que estén más predispuestos a ser afectados de forma negativa que por cualquier tipo de medio violento.»
Esto lo concluyó tras dividir la personalidad en cinco factores, los cuales son el Neurotismo, Extroversión, Apertura a nuevas experiencias, Fácilidad de aceptación y Diligencia. Asegura Markey que la combinación perfecta para esta predisposición a la violencia sería Alto neurotismo, baja facilidad de aceptación y baja diligencia.
«Los videojuegos son como la mantequilla de maní,» concluye el Dr. Christopher Ferguson, de la Universidad Internacional A&M de Texas. «Son totalmente inocuos para la gran mayoría de los niños, pero peligrosos para una ínfima minoría con problemas de salud y mentales pre-existentes.»