Desafortunadamente la RIAA ha ganado en esta vez, la víctima: Un estudiante llamado Joel Tenembaum, graduado de Boston que ha admitido compartir 30 canciones por medio del software P2P Kazaa en el 2004 (Cuando funcionaba como tal en ese entonces) fue multado a pagar $150,000 dólares por infracción, pero con el trabajo de sus abogados solo pagará $22,500 dls. por canción que daría un total de $675,000 dólares.
El equipo de defensa de Tenenbaum encabezado por el profesor Charles Nesson y sus estudiantes de derecho quedaron impotentes en el caso: “No cabe duda de que éramos un creativo equipo jurídico y no tradicional. Sin embargo, entrando en el juicio, fuimos despojados de toda posibilidad de mitigar los cargos de Joel”.
Parece ser que la RIAA ha encontrado un gran negocio al demandar a usuarios, como en el caso de Jammie Thomas-Rasset donde se le exigía pagar 2 millones de dólares, que afortunadamente el juez reconsideró que la demanda era abusiva y desproporcionada con respecto al «daño» ocasionado por ella al compartir 24 canciones.
El dinero que la RIAA recauda con las demandas se supone que es para seguir con más de éstas contra los pobres usuarios, y en campañas contra la piratería, que por lo visto quieron hacernos ver que le hacen un bien a la industria discográfica.