Si un proyecto tuvo durante los últimos años apoyo moral por parte de los fanáticos, ese fue X-Men Origins: Wolverine, sin embargo, lo entregado tras casi dos años de producción ha sido por mucho decir, una broma, un insulto a la inteligencia, una vergüenza sólo comparable con las peores producciones al nivel de la saga Resident Evil, de las dos Street Fighter, o de las tristes y múltiples adaptaciones de Uwe Boll.
X-Men Origins: Wolverine ha sido un fallo monumental, no únicamente por su mala dirección, su triste guión, sus vergonzosas actuaciones, o los efectos de miedo, es un fallo monumental por razones más amplias y profundas que eso, y aquí intentaremos descifrar cuáles han sido esos puntos que han convertido a un grande, en una desquiciada broma.
Para comenzar, hay que darle su reconocimiento a Gavin Hood, el director de la película. Hood logró tomar a un personaje icónico del universo Marvel, que se presta para entretenidas y variadas historias, con un pasado riquísimo, con una importancia y preponderancia dentro del “mundillo” de los héroes más allá de lo que cualquiera pudiera aseverar.
La producción, como comentaba con algunos, es entretenida en algunos aspectos, aunque no se acerca si siquiera a una clasificación como una “película disfrutable”, es entretenida si lo tomas como un filme que busca el éxito mediático y pasajero, pero que no exija absolutamente nada más.
Hablemos ahora, de los pequeños grandes errores que colmaron esta producción: Si bien yo ya lo había vaticinado aquí mismo, en langaria.net, el manejar demasiados mutantes es muy peligroso, y como ejemplo yo había puesto X-Men 3: The Last Stand, pues allí vimos pasar a tantos individuos con el gen X, que te cansabas si quiera de mencionar los nombres.
Alguien dijo que el que mucho abarca poco aprieta, y es una verdad que no se puede negar bajo ninguna circunstancia.
Mucho ruido y pocas nueces.
El equipo estaba conformado por el Agente Zero, Kayla Silverfox, John Wraith, William Stryker, Wade Wilson, Blob, Sabretooth y por supuesto Logan. Hasta el momento, siete personajes, siete individuos a los que por ninguna razones puedes dejar de darle una importante especial dentro de la película, y más aún, sujetos con poderes asombrosos, capaz de milagros o de masacres más allá del entendimiento humano; pero allí no para, pues además, vimos a Bolt, Gambit, Weapon XI (aunque no sé si contarlo o no, no tiene ni un diálogo), Cyclops, Emma Frost, y si se fijaron bien, hasta hizo un cameo Storm y Psylocke.
Como mínimo, 12 personajes importantes aparecieron en esta cinta, ¿Es eso posible? Sí, lo es, siempre y cuando se le dé su tiempo de desarrollo, su manejo adecuado, y no parezcan salir por generación espontánea, sin agregar nada a la película.
Los “actores”.
El agente Zero, interpretado por Daniel Henney, fue triste y ridículo, poco trascendente, y aún así, fue de los que tuvo más diálogos, además, ¿No debería tener mejor puntería el hombre que puede darle a una hoja a cien kilómetros? Por otro lado, Silver Fox fue un personaje llevadero, que tuvo sus momentos importantes y trascendentes, pero que dejó mucho que desear en cuanto a calidad de interpretación, y es que, ahora sí que aunque el poder de Kayla es hacer sentir a la gente lo que ella quiere, esa es una habilidad que Lynn Collins no comparte con su personaje, una verdadera pena.
Stryker, cumplidor, como debe, pero nada fuera de este mundo, solo eso, cumplidor, y es que el señor Danny Huston demostró que los años le han dado esa calidad de actuación que se debe tener para no caer en el ridículo entre un montón de niños jugando a tener poderes.
Blob, un tedio enorme, aburrido y predecible, Wraith, igual si no sale, no pasa nada, sólo fue el golpe mediático de tener a Will.I.Am en la película, pero fuera de eso, el personaje no es ni importante, ni da nada a la trama.
Así, la gran mayoría de los actores vieron la oportunidad de (como dice Raúl Arias) irse de pachanga a una superproducción de Hollywood, vacaciones pagadas, y éxito mediático, luces, cámara y acción por sólo un par de minutos en pantalla, y demostrar que aunque son reconocidos actores, no tienen el peso para en un par de minutos enganchar al espectador.
Ahora vamos con los dos protagonistas, uno de ellos, Liev Schreiber; el megavillano de la cinta, un enfermizo Sabretooth que hizo llorar con sus aburridas actuaciones, sin gran golpe en sus líneas, pero con una presencia que la debe envidiar hasta el mejor mimo.
Schreiber dejó ver que tiene un talento natural para actuar, pero que si no es ayudado por un buen guión, se pierde, y deja de tener esa importancia en la historia, para pasar a ser, del villano de villanos, a un actor de reparto al que le crecen las uñas.
Logan debe ser el líder, dentro y fuera de escena.
En esta parte hablaré ahora de Hugh Jackman, y es que me duele ver que un hombre con esa capacidad actoral, con un talento tan grande, tan imponente física y mentalmente, no pueda decir “sabes qué, tú eres el director, pero esto es ridículo”.
Logan estuvo en demasiadas secuencias que rayaron en lo ridículo, si no me creen, sólo recuerden cuando Wolvie vuelve a la oficina de Stryker tras haber descubierto la trampa que le habían tendido, gritando “Víctor, déjala ir”, Sabretooth voltea, y vemos a Wolvie parado, con las manos en los costado, para luego ponerse en pose de la manera más ridícula y de pena ajena posible.
El film, en bruto.
La película pasa a patadas por toda la vida conocida, inventada, suprimida, y desconocida de Howlett, de manera que mezclan entre aberrantes secuencias, partes de muchas historias inconexas, y que a la larga harán demasiado complicado darle continuidad al proyecto.
El mutante conocido como Wolverine, desde sus orígenes (en la película al menos) descubre que es hermano del mero malote Victor Creed, y pasa su juventud y parte de la vida adulta, fumando puros, matando soldados, y peleando sin ton ni son, para un ejército que al parecer, desconoce, o bien, poco le importa; poco después, se ve metido hasta las nalgas en el proyecto Arma X, y las cosas se mueven de manera estridente, falsa, y triste, hasta ligar el final de este proyecto con la primera película con los X-Men como protagonistas (X-Men, de Bryan Singer, del 2000)
Aguas con los spoilers.
No deseo hacer polémica con los puristas que dicen que el público del cine es diferente al de los cómics, estoy de acuerdo, pero por dios, hay que tener un poco de cordura, y no sacar cosas de la manga de esa manera; así que voy a dar unos cuantos comparativos entre el guión de X-Men Origins: Wolverine, y la línea manejada por Marvel, para la historia de Wolverine.
*James Howlett es hermano de Victor Creed – – Mentira, Victor y James sólo cruzaron sus caminos hasta su vida adulta, sin embargo, nunca se comprobó (hasta la muerte de Victor a manos de Logan) que tuvieran parentesco alguno.
*Tras matar a su padre de sangre, James huye a los bosques, viviendo una vida dentro del ejército – – Mentira, Howlett después de huir de la granja de sus padres, se va Alberta, Canadá, a vivir como leñador.
* Tras pasar años en el ejército, Howlett y Creed son reclutados para el proyecto Arma X – – Mentira, Wolvie nunca tuvo intenciones de que forraran su esqueleto con Adamantium, es más, fue después de una buena borrachera, que un par de forzudos armados le metieron dos balazos en la cabeza para llevarlo a las instalaciones de Arma X.
*William Stryker era la mente maestra tras el proyecto Arma X – – Mentira, quien era la mente brillante, el hombre de la responsabilidad, no sólo militar, sino científica, era el Dr. Cornelius (quien hace poco se descubrió que se llama Romulus en realidad, y se rumoro que — este sí—es hermano de Logan.).
Vamos, que no todo es malo.
Así es, no todo en esta película es malo, hay incluso, algunos aspectos que son peores, y ya no hablaremos del poco tiempo para cada personaje, del guión nefasto, tampoco de la dirección inexistente, mucho menos de la trascendencia de los personajes.
Gavin Hood, a como pudo, intentó meter un par de chistes divertidos, pero como ya hemos dicho, no basta con un par de bromas divertidas para hacer una película cómica.
El lanzar un par de chispazos no te garantiza encender una flama, y eso ha pasado con esta película, que tiene un par de chispazos, pero que al final, resultó tener mojada la pólvora.
No sé a quién se le ha ocurrido la idea de darle a David Benioff la responsabilidad de lanzar un guión como este, pero si me queda claro que entre el montón de desvaríos mentales del hombre, ha sacado una genial situación, Deadpool hizo por fin un intento de salir a pantalla, y por lo que a mí respecta, me he quedado con la boca abierta y con ganas de más.
Ryan Reynolds hace un excelente Wade Wilson, que aunque tuvo sólo cuatro minutos de exposición, hace las delicias de todos los amantes de la buena acción, no hablaré de Arma XI, porque eso es una vil broma, una tomada de pelo, un robo en despoblado.
Con pistola en mano.
Definitivamente la parte que me dio más risa de toda la película es el final, esa escena de pistola y munición contra garras y sentidos aumentados, es divertidísima, y pues, la escena tras los crédito, una basurita que no era necesaria, y me gustaba más ese video que circulaba por la red, donde vemos un poco más de Deadpool, o un guiño para la segunda parte de ese bodrio, dicho con cada una de sus letras.
Por último, hay que reconocer que la táctica de la Fox para llevar gente a las salas es muy buena, yo fui con la intención de recuperar un poco de credibilidad en las películas de mutantes, pero desde que vi el salto con mortal hacia atrás de Agent Zero, mis expectativas cayeron muy abajo.
Por otro lado, la publicidad, los comerciales, los pósters en la calle, los espectaculares inundando nuestros edificios y espacios públicos, la mercadotecnia, todo hacía parecer que sería un blockbuster como pocos, que nos dejaría helados, y con un sabor de boca dulce.
Al salir de la sala, sólo pude contener mi enojo de una sola manera, comprando un vaso promocional de la película, puesto que el diseño es hermoso; y me hice a la idea de que lo que vi, era un sueño, o mejor dicho, una pesadilla, y que mañana despertaré para ver la verdadera película, allí, donde Wolverine es un personaje serio, pero socarrón, atrevido y valiente, pero inteligente, donde Sabretooth es un villano temible, capaz de matar a todos cuanto se cruzan en el camino, y disfrutar sacándole las tripas a cuanta mujer se encuentre; allí, donde cada personaje tendrá una preponderancia e importancia debida, donde se conjugarán las habilidades de todos para hacer un acto coral, de dimensiones magnificas, ¿Qué? ¿Qué es mucho pedir? ¿Qué no viste Transformers?
