Durante los últimos cinco días el ver cubrebocas verdes, azules, blancos, hasta grises es de lo más común, pero aunque estos nos protegen de alguna manera, ¿Estamos realmente seguros detrás de este pedazo de tela porosa?
Pues según estudios realizados en distintas universidades estadounidenses, la eficacia de los tapabocas está en “tela” de juicio.
Estos últimos días han sido una verdadera psicosis, un mar de gente cubriendo la boca a otros, el uso del tapabocas sobre el rostro de hombres, mujeres, niños, niñas, es más, hasta de agentes de la AFI, es cosa de todos los días, y nos parece normal, además de un arma muy afilada para defendernos de un posible embate del virus H1N1 (a.k.a. Influenza humana -porcina-).
¿Pero es realmente eficaz? Mientras en México se les distribuye de a millones, en Estados Unidos las autoridades dicen que su eficacia es más que dudosa. Más aún, algunos médicos dicen que son perjudiciales, ya que la gente corre riesgos -tales como entrar en aglomeraciones o dejar de lavarse las manos- con la creencia errónea de que la mascarilla las protege.
Esos barbijos ubicuos le dan un aire misterioso a este país sobrepoblado, como en una escena apocalíptica de la película hollywoodense que prefiera. También recuerdan un pasado aterrador: versiones coloreadas de esas fotos granulosas en blanco y negro de 1918, cuando la gripe española causó 50 millones de muertes en el mundo -así es, esto no es nuevo-.
Los soldados las distribuyen en las estaciones del metro y las esquinas concurridas. Se agotan en farmacias y ferreterías. El presidente Felipe Calderón se jacta de que distribuyeron más de seis millones durante el fin de semana.
Hay que usarlas en público o en espacios cerrados muy concurridos, dijo el secretario de Salud, José Angel Córdova, aunque reconoció que eran demasiado porosas para brindar una protección total.
En Estados Unidos dicen otra cosa. Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, no hay muchas pruebas de la eficacia de las mascarillas, y no se recomienda su uso generalizado.
Los especialistas dicen que quienes entran en contacto con pacientes de gripe porcina deben usar mascarillas de alta filtración como las de los profesionales de la salud, que son más eficaces pero mucho más caras. Y hay que saber usarlas para que brinden verdadera protección.
Con todo, un especialista en el manejo de crisis dijo que el uso de la mascarilla puede tener beneficios psicológicos.
“No es una tontería darle a la gente algo que hacer, aunque sea de baja eficacia, porque calmará a los más miedosos y hará que los irresponsables se tomen la amenaza en serio”, dijo Peter Sandman, un consultor de Nueva Jersey.
Lo peor del caso es cuando usan cubrebocas al ir solos en su automóvil, con los vidrios arriba y con el aire acondicionado prendido.
Igual, tengo la sabia creencia de que si el virus te va a infectar, lo hará aún traigas a un perro sobre la cara.
Pues sí, pero también hay que aceptar que como paliativo, el cubrebocas ha cumplido su función, así que esto hay que reconocerlo.
Ahora, si traes un BUEN tapabocas, en vez de un perro, estoy CASI seguro de que sería más complicado que te infectaras.
Por eso en la TV son muy insistentes: Lavarse las manos y no tocarse la nariz, ojos y boca.
Aunque tambien es de mencionarse el hecho de que el virus es malo para transmitirse para el aire. El problema es cuando tocas un área infectada (donde estaba alguien que estornudo se cubre con las manos y se limpia en una mesa) y pues de mañoso te metes la mano a la boca o nariz.
@mrlindowsmac – Yo por eso le escupo a la gente en la cara. ¿Para qué conformarse con sólo tocarlos? 😀