Hace unas semanas publicamos el plan de la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica) para forzar a los proveedores de servicios de internet (ISP de aquí en adelante) a bloquear BitTorrent en Europa.La IFPI ha estado trabajando en convencer a los miembros del Parlamento Europeo para hacer que acepten una nueva legislación mediante la cual se forzaría a los ISP a tomar medidas drásticas para luchar contra la piratería, en esta legislación sugerían que los ISP deberían comenzar a filtrar contenido, bloquear acceso a sitios web como The Pirate Bay y bloquear los protocolos de compartimiento de archivos sin importar para qué se estén usando.
Además, la IFPI también buscaba extender los Derechos de Autor, supuestamente para ayudar a los artistas cuyos trabajos podrían caer en el dominio público durante su periodo de vida, lo cual sería bueno para el artista, pero malo para la cultura. Esta extensión, se supone, acercaría a Eurpoa a las protecciones que se tienen en los Estados Unidos.
Según Danny O’Brien de la EFF (Fundación de las Fronteras Electrónicas), tal extensión no tendría caso»[…] cinco economistas ganadores del Premio Nobel concluyeron que dichas extensiones de los derechos de autor son injustificadas tanto como protección para los artistas -quienes rara vez ganan mucho de extensiones tan a futurp- tanto como par una sociedad económicamente positiva. Aún así, la Industria de la Música que teme por perder el control de su propio catálogo, continúa peleando por extender los derechos de autor sin importar las consecuencias.»
Además, O’Brien afirma que por más que haya intentado la IFPI, sus propuestan han sido rechazadas. «Acabo de recibir una nota del Parlamento Europeo donde afirman que las tres propuestas recomendadas por la IFPI han sido rechazadas por votación del comité. Y aunque aún estemos en espera por una respuesta oficial, pueden estar seguros que tenemos ganada esa batalla.»
Aún siendo que la IFPI había convencido a varios Políticos Europeos para apoyar sus propuestas, el Comité de Cultura y Educación del parlamento Europeo hizo una decisión más que sabia de no aceptarlas como una política Europea.