Booker DeWitt se metió en problemas, del tipo de problemas que no puede resolver por sí mismo, y para salir de ellos le han encomendado una sola tarea: Ir a un lugar, recuperar a una joven mujer y sacarla de ese entorno. Luego de ello, podría considerar su deuda saldada.
Pero lo que le espera en Columbia será algo para lo que no está preparado y, quizá, tampoco lo estén la gran mayoría de los que jueguen Bioshock: Infinite.
Ficha Técnica
Título: Bioshock: Infinite
Desarrolla: Irrational Games
Publica: 2k Games
Plataformas: PlayStation 3 [Versión reseñada], Xbox 360, PC
Jugadores: 1
Fecha de Salida: 26/Marzo/2013.
La historia es sencilla, al menos su premisa: Debes ir a Columbia, buscar a Elizabeth y sacarla de ahí. No sabemos mucho más salvo que esta misión saldaría una deuda que Booker DeWitt tiene con alguien o con algo.
A partir de ahí el juego sigue algunos de los lineamientos que asociamos con la marca de Bioshock: Entramos a un lugar fantástico y desconocido, conocemos su historia mediante grabaciones de audio; pero también tiene cosas nuevas para la franquicia, pero en términos de Historia y aún con sus muchos tropiezos, podemos poner a Infinite en un lugar muy arriba en el ranking de las mejores no solo de esta generación sino, probablemente, de toda la vida en la industria.
DeWitt forma parte de los Pinkertons, agentes que se encargan de hacer trabajo sucio para el gobierno y sin duda se nota su experiencia resolviendo problemas mediante el uso de la violencia en el juego, pero es agradable ver títulos en donde se toman el tiempo para establecer bien una relación entre personajes como sucede entre Booker y Elizabeth.
También es rescatable el mencionar que el juego, aunque es uno de disparos, no tiene mucha acción en los primeros minutos –incluso, en la primera hora- del juego, pero una vez inicia la acción, hay pocos momentos de tranquilidad.
Es difícil mencionar algo de la historia sin que se considere spoiler para quien no lo haya jugado, lo único que podría asegurar es que, aunque tiene sus momentos flojos y aparentemente inocuos para la historia, todo termina teniendo sentido al final y serás recompensado si eres curioso: mientras más voxófonos encuentres y mientras más les pongas atención, tendrás mejores herramientas para descifrar el final del juego.
Saquemos esto desde un principio: Bioshock Infinite es un juego bonito, incluso hermoso, pero no necesariamente es el juego más impactante que hemos visto en los últimos años gráficamente. Y eso es bueno, porque no necesita serlo.
La dirección artística del juego es increíble y ayuda a crear la ilusión de que estás en un lugar vivo y hasta cierto punto real. Todo parece encajar y aunque los diseños de sus personajes se pueden catalogar, hasta cierto punto, como caricaturesco, todo se siente como un rompecabezas bien formado: Todo parece estar en su lugar.
Esto no quiere decir que, en cuanto a gráficos, sea un juego impecable. Para empezar algunos de los modelos de enemigos se nota que no fueron hechos con el mismo cuidado que, por ejemplo, los modelos de Elizabeth. Pero con el tipo de acción desenfrenada que hay en los tiroteos, no tienes mucho tiempo para contemplarlos. También hay alguna que otra textura que no tiene la misma resolución que las demás, pero son los menos por los más.
El juego, en cualquier instancia, se ve hermoso con sus increíbles paisajes, su arquitectura que dejaría babeando a cualquiera y las muchas esculturas que estarán en todo momento dominando el horizonte.
También el que no sea un juego muy demandante para el hardware donde lo estás jugando es muy beneficioso porque rara vez notarás algún bajón de rendimiento en los cuadros por segundo mientras juegas, sin importar el caos que haya en pantalla, lo cual se agradece de sobremanera.
Algunos otros problemas que hay, como la ocasional carga lenta de texturas, se hereda del motor gráfico sobre el que corre el juego: El Unreal Engine 3.
¿Has jugado algún Bioshock antes? Si sí, entonces te sentirás en casa inmediatamente. No me refiero a que sea exactamente una calca de los juegos anteriores, pero notarás de forma instantánea cómo algunos lineamientos de los títulos pasados se pasaron casi sin alteración a Infinite, pero también habrá nuevas adiciones que mantendrán la experiencia fresca para el conocedor de la franquicia.
Una mezcla de estas dos situaciones la podemos vivir con los Vigores, pues aunque son prácticamente lo mismo que los Plásmidos, algunos agregarán nuevas formas de lidiar con tus adversarios o significarán nuevas combinaciones de algunos elementos que se podrían pensar son idénticos a los de los títulos pasados.
El manejo de las armas es casi idéntico a los anteriores, lo cual puede ser una bendición o una maldición según sea tu gusto, pero entre el arsenal que tendrás a tu disposición podrás encontrar la herramienta adecuada para salir avante de cualquier situación. Más si tomamos en cuenta que tienes a tu alcance los vigores.
El único detalle que me hubiera gustado se modificara es que solo puedes llevar dos armas distintas a cuestas, pero esto se solventa porque siempre haya municiones a la mano y te obliga a armar mejores estrategias para estar listo ante cualquier eventualidad.
Los ríeles –Skylines- son otra de las nuevas adiciones a las mecánicas de juego que se agregan en Infinite que, además de servir como medio de transporte, puede ser utilizado en batalla como medida tanto ofensiva como defensiva y, sobretodo, son muy divertidos de usar. Pueden ser un poco desorientantes al principio, pero una vez les tomas el ritmo, no querrás bajarte de ellos.
El combate de cuerpo a cuerpo también se ha modificado, pues en vez de tener la confiable llave de tuercas del primer juego o el taladro del segundo, en este tendrás el gancho con el que usas los ríeles y que podrás utilizar de distintas formas, ya sea golpeando de forma común y corriente a tus enemigos, o utilizando los movimientos de ejecución.
El sistema de mejora de armas y vigores también hace su reaparición en Infinite, permitiéndote hacer más competentes tus artilugios de pelea favoritos. Podrás aumentar el tamaño del cargador de tu arma o hacer sus ataques más letales, incluso reducir el tiempo que te toma el recargarlas mientras que los vigores podrás hacer que te cuesten menos sales –el equivalente al Mana o, Eve de los juegos anteriores- o amplificar su efecto.
También podrás encontrar distintos elíxires que te permitirán mejorar algunas de tus aptitudes como tener una barra de vitalidad, de sales o de armadura más prolongada.
Al igual que en los títulos anteriores podrás equiparte distintos artilugios que te permitirán otras mejoras misceláneas –como recargar vitalidad cuando elimines a un enemigo usando ataques cuerpo a cuerpo- mediante el uso de ropa. Más interesante que los efectos mismos que estos te otorgarán, son uno de los incentivos a buscar los objetos escondidos del juego y que cada uno es creado al azar.
Por último, las grabaciones de audio vuelven y aunque no son tanto un elemento de gameplay, sino de historia, son los elementos escondidos del juego que te ayudarán a comprender un poco más de la historia del juego y sirven como los “coleccionables” de Infinite. Siempre que encuentres uno, no dudes en escucharlo y aprender alguna cosa nueva de Columbia.
Además de los ya acostumbrados elogios para la actuación de voz para Infinite –que es muy, muy buena y en general de todos los personajes principales y secundarios- es más que rescatable mencionar el apartado musical, pues además de ayudar a asentar el tono del juego y poder situarlo en una época bastante específica, Irrational utiliza algunas canciones modernas y reorquestadas con instrumentos de la época que harán que te preguntes una y otra vez dónde has escuchado antes esa canción.
Bioshock: Infinite es un juego raro, distinto y enigmático. No solo por el entorno en el que sucede el juego, sino por las temáticas que toca. No, no hablamos únicamente del discurso religioso o racial del juego, sino temas que hacen que tu cerebro se haga nudos y te duela la cabeza; también porque aunque el juego pareciera estar enfocado en jugarse bien y no importar lo demás, la historia termina siendo el aspecto más increíble del juego.
Ojalá hubiera más intentos de estos en la industria, de un juego que termina encendiendo discusiones y diálogo sobre lo que pasó y por qué pasó. Lograr que el jugador se interese en descubrir la razón del por qué sucedió o algo y no solo digerir una historia que se las dieron ya masticada; que nos rete a comprender.
Lastimosamente mucha gente quizá se quede a pocos minutos de experimentar el gran final de Infinite debido a sus pocos puntos de dificultad elevada que, aunque no son imposibles en ninguna medida, probablemente alejen a muchos.
- Lo bueno: ambientación inmejorable.
- Lo malo: algunos momentos flojos en la historia del juego.
- Lo feo: los picos de dificultad.
- Prepárate para el revolcón mental al final del juego. En serio, prepárate.
[Esta reseña fue hecha a partir de la versión de PlayStation 3 y después de terminar la historia principal en la dificultad normal, acumulando aproximado de 13 horas de juego.
Un juego «excelente» es aquél en donde sus virtudes sobrepasan por mucho sus debilidades y que son una experiencia casi obligada a jugar. Una recomendación a todas luces.]