[Reseña] Dark Souls III: The Ringed City

 

Todo buen juego llega a su fin y es momento de despedir Dark Souls III con un último DLC llamado «The Ringed City», un DLC que nos hará enfrentarnos por ultima vez a esos grandes desafíos que son emblemáticos de la serie. Nuevos enemigos, nuevas áreas por descubrir, nuevas armas, y lo mas importante, nueva historia para terminar con todo.

Ficha Técnica

Título: Dark Souls III: The Ringed City

Desarrolla: From Software

Distribuye: Namco Bandai y From Software

Plataformas: PC [Versión reseñada], Xbox One y PS4.

Fecha de Lanzamiento: 27 de Marzo del 2017.

La frase de «viaja al fin del mundo» se estuvo usando mucho con el anuncio de este DL, y es porque en verdad lo haremos… aunque probablemente no muchos sepan a que «fin» estamos viajando. Si jugaron las anteriores entregas de Dark Souls y son muy observadores, se podrán dar cuenta que estas son las ruinas de Lordran, Drangleic y Lothric o al menos lo que queda de ellas.

Desde el inicio estaremos descendiendo entre ruinas y ruinas, descubriendo enemigos que causan un impacto visual bastante sorprendente y lo mas importante, que si nos distraemos, nos pueden matar de un solo golpe. Cada escenario tiene una historia y obviamente un boss que tiene que ver con ese lugar.

Hasta cierto punto, es algo difícil entender cual es la relación del boss con el lugar en donde estamos, pero sin lugar a dudas, las caras familiares están a la orden del día y en ese tipo de casos, podremos relacionar partes de la historia de este DLC con el juego base.

 Ya se ha hablado un poco más a fondo acerca de el gameplay de Dark Souls III en la reseña que pueden encontrar en esta página, pero dando un resumen y englobando todo, el combate rápido está a la orden del día; todo lo que hemos aprendido se verá reflejado a la hora de jugar este DLC: tanto la combinación de arma y escudo hasta el saber con que podemos imbuir nuestras armas para bajar más rápido a un boss.

Encontraremos una gran diversidad de nuevas armas, armaduras y hechizos, ya que, a comparación de Ashes Of Ariandel, este DLC viene más nutrido en ese sentido.

Muchos de los enemigos con los que nos encontraremos utilizan oscuridad y elemento rayo, además de los caballeros que podemos encontrar de diferentes maneras. Estos caballeros siempre van a imbuir sus armas con fuego, tengan una lanza o una espada, su ataque fuerte lleva fuego y, como es de esperarse, es mortal. Algunos de esos caballeros llevan un escudo parecido al de la pelea opcional de Ashes Of Ariandel, solo que este es un escudo con un efecto mucho más fuerte.

Hay un enemigo que vale la pena mencionar, y es un monje gigante que invoca un ejercito de enemigos que disparan flechas, las cuales, aunque tengamos el mejor escudo, moriremos instantáneamente por esa lluvia de flechas, e incluso, si tratamos de escondernos en un lugar cercano, igual tiene el poder de llamar a un enemigo con un martillo gigante que, al igual que todo en este DLC, es mortal.

 Dark Souls III es un juego que desde su inicio nos ofreció un apartado gráfico sorprende, con paisajes y enemigos bastante detallados. En este DLC veremos un mundo completamente en ruinas, lo cual nos da la promesa de ver lugares impresionantes y esto se cumple al 100%.

No hay mejor manera de despedir este gran juego con paisajes tan impactantes como los que se ven en The Ringed City. Ademas de todo, el impacto que tenemos al ver un enemigo es más sorprendente de lo que un enemigo del juego base nos causa, esto incluyendo las peleas contra los bosses. Sin dar detalles muy explícitos, ver la pelea final de este DLC es una experiencia magnifica que hará que nos esforcemos y sobretodo, que nunca olvidemos la forma en como termino Dark Souls III.

Desde que empezamos el juego, es bien sabido que no se tiene música ambiental más que para cuando peleamos contra un boss, más que nada porque al estar explorando, es importante escuchar los sonidos ambientales para no llevarnos sorpresas de algún enemigo que esté bien oculto y eso provoque que perdamos todo el progreso.

Hay veces que estamos tan concentrados en las boss fight que ni nos damos cuenta que hay música de fondo, y tal vez para muchos es algo que no importa mucho o no es algo vital, pero sin lugar a duda, es algo que le da más vida a cada pelea y hace emblemático ese momento.

Es bueno saber cuando acabar con una saga de juegos y no sobrexplotarlo al grado de ser un Mario o un Resident Evil, y Dark Souls III cerró el telón de una saga que será recordada durante mucho tiempo.

Escenarios impresionantes, enemigos que provocan miedo e inseguridad, peleas contra bosses que nos harán esforzarnos hasta nuestra ultima gota de sudor, este juego tiene todo para esa gente que le gustan los retos y pasar un buen rato y algo sumamente importante, rejugabilidad segura.

El acabar Dark Souls te deja con un vació bastante grande que es muy difícil de llenar, y eso es lo que lo hace un gran juego, esas ganas de volver a repetir todo o iniciar un nuevo viaje en este gran mundo.

 

[Un juego “excelente” es aquél en donde sus virtudes sobrepasan por mucho sus debilidades y que son una experiencia casi obligada a jugar. Una recomendación a todas luces.

Esta reseña fue escrita por YuyoTM @YuyoTM a partir de jugar la versión de PC con un aproximado de 20 horas de juego del DLC, y 234 totales de juego.