[Reseña] Dragon’s Dogma

 

Capcom toma nuevamente un reto inesperado al desarrollar un nuevo juego que junta muchos de los talentos de la compañía para crear un título como pocas veces se ve salir de Japón, ¿será Dragon’s Dogma la nueva franquicia de Capcom que nos tome a todos por sorpresa o simplemente un intento fallido de salir de las secuelas que parecen llenar el mercado de hoy en día?

Ficha Técnica

Título: Dragon’s Dogma

Fecha de Salida: 22 de Mayo de 2012 (América) / 24 de Mayo de 2012 (Japón) / 25 de Mayo de 2012 (Europa)

Publica: Capcom

Desarrolla: Capcom

Plataformas: PlayStation 3 [Versión reseñada] / Xbox 360

Jugadores: 1

En medio del cielo se abre un portal por el cual sale un gigantesco dragón rojo, ataca tu pueblo natal y te ves en la necesidad de tomar una espada para enfrentarlo y defender a los tuyos. Claro, un simple pescador no podría hacer mucho contra la bestia, pero igual lo intentas. Como es de esperarse, el monstruo termina derrotándote y sacándote el corazón. Gracias a ello, ahora te has convertido en el Arisen, el mortal encargado de derrotar al dragón para salvar a la tierra de su destrucción.

Puede parecer algo interesante el trasfondo de la historia, ¿a quién no le gusta enfrentarse a dragones gigantescos para salvar el planeta?  Desde luego que, dependiendo con el ojo con el que se vea, puede ser totalmente curso y clichesco, pero sirve. Lo malo es que, de ahí en fuera, capcom no supo mantener la historia.

La narrativa del juego es bastante rara, pues entre tanta misión a veces pierdes el hilo de cuál es la historia principal dado que una encomienda de lo más sosa puede desencadenar en un evento que cambie el rumbo del juego. O una “gran misión” puede terminar siendo totalmente intrascendente.

Hay muchos personajes que conocerás durante la historia de Dragon’s Dogma, desgraciadamente ninguno de ellos logrará implantarse en tu mente por sus diálogos o por su personalidad o por su diseño… o por nada. Al final del juego terminarás con más preguntas que respuestas si no pones atención a algunos personajes y, quizá, si eres observador lograrás comprender algunos de los personajes más a fondo.

Capcom saca jugo de su motor gráfico MT Framework con Dragon’s Dogma y aunque a muchos no les pueda gustar la filosofía de diseño que toman, todo el mundo, las locaciones y enemigos se sienten “naturales” y habrá pocas cosas que te saquen del ambiente creado por Capcom.

Esto no quiere decir que el motor gráfico no tenga sus deficiencias, pues aunque “de lejos” prácticamente todo ambiente, personaje y enemigo de Gransys se ve muy bien, mientras más te acercas a estos, el detalle se irá perdiendo. Esto va desde texturas que no se ven muy bien, animaciones faciales pobres o inexistentes o el ocasional “pop-in” de objetos y personajes en ciudades o en el mapa del juego.

Eso sí, las animaciones de los peón, enemigos y del Arisen son muy buenas y te mantendrán siempre inmerso en la crueldad y crudeza del mundo. Además, para el que le guste diseñar sus personajes al extremo, Dragon’s Dogma le permitirá no solamente crear a su personaje principal –Arisen- y al Peón que lo acompaña, sino que le permitirá vestirlo con muchos y distintos ropajes, armas y armaduras para darle look distinto.

Puede que Dragon’s Dogma tenga muchas deficiencias o características que hagan que a la gente le duela la cabeza y sienta la necesidad imperiosa de lanzar el control hacia la televisión, pero el gameplay es donde las cosas mejoran bastante.

Se nota fuertemente la inspiración que Dragon’s Dogma toma de juegos de acción de Capcom como Monster Hunter e, incluso, de otras compañías como Dark o Demon’s Souls. Del primero por la composición de los controles, si has jugado algún juego de Monster Hunter, te sentirás totalmente en casa; del segundo podemos decir que se ha adaptado el tono oscuro del mundo y un poco de su “severidad” a la hora de exigirle al jugador, pero también a la hora de recompensarle sus esfuerzos.

No se dejen engañar, aunque haya paisajes hermosos y mucha exploración, Dragon’s Dogma no es un juego sencillo y mucho menos te alentará a jugarlo “como quieras,” para derrotar hasta a los enemigos más sencillos, deberás descubrir sus debilidades y explotarlas… o morir en el intento. Lo peor del caso es que el juego no te hace el favor de hacer autosaves muy seguido y deberás decidir cuál es el mejor momento para guardar tu avance de forma manual o arriesgarte a perder lo que has obtenido, muy a la usanza de Dark o Demon’s Souls.

Otra cosa que Dragon’s Dogma tomó de Monster Hunter es la gran cantidad de objetos por “coleccionar,” ya sea para mejorar armas y armaduras, o para tenerlos haciendo bulto en tu baúl de objetos. Esto te obligará a ir a distintas partes del mapa para encontrar materiales que te ayuden a mejorar tu equipamiento.

Hablando del mapa, el territorio que cubrirás en Gransys –el país donde se lleva a cabo el juego- es bastante grande, o al menos lo suficiente para que debas planear bien tus salidas antes de dirigirte a tu objetivo y que no te tome por sorpresa la noche pues no contarás con la ayuda de un sistema de “fast travel,” ni ningún método de transportación salvo tus piernas. Esto puede ser bueno y malo a la vez, pues si planeas mal una salida, tendrás que intentarlo de nuevo desde cero, pero también te obliga a jugar cada vez mejor, explorar cada rincón y estar siempre alerta de los peligros que hay en el entorno.

Una característica que muchos pensamos estaría bien explotada en Dragon’s Dogma es la herencia de los enemigos gigantescos de Monster Hunter y decepciona un poco el saber que haya tan pocos de estos en el juego. En general no hay muchos tipos distintos de enemigos, los suficientes diría yo, pero no hubiera estado mal el contar con más enemigos grandes que derribar.

Dragon’s Dogma no cuenta con un sistema de juego en línea tradicional, cosa que se extraña de vez en vez, pero se implementa el sitema de “peones” que será parte central del juego. Este sistema te permite contratar peones de otros jugadores para que te acompañen en tu aventura y es importante que los estés rotando tanto como sea posible porque estos no suben de nivel, además que te concederán conocimiento de misiones, áreas del mapa o de cómo derrotar enemigos. A su vez, los demás personajes podrán contratar a tu peón principal –que sí sube de nivel contigo- y podrá obtener conocimiento de sus aventuras con otros jugadores cada que descanses en una posada.

También hay una buena cantidad de profesiones en las cuales puedes especializar a tu Arisen como a tu Peón principal, 9 para ser exactos, y podrás cambiar entre ellas cada que quieras y mientras más uses una clase en específico, mejores habilidades podrás adquirir.

Si hay una cosa que me hubiera gustado que se mantuviera del demo a la versión final del juego, son los diálogos cursis, pero el doblaje es regular: Ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario. Quizá lo único que moleste algunas personas es el tono que le dieron y aunque coincide mucho con el tomo que manejan las obras de George R. R. Martin –Canción de Hielo y Fuego- algunos podría molestarle el uso exagerado de algunas palabras o diálogos entre los peones.

La orquestación es buenísima y aunque muchas veces te perderás más en el fragor de la batalla, intentando no morir aplastado por una quimera o un cíclope gigante, la banda sonora está detrás de toda la locura de la pelea.

También los efectos de sonido son bastante buenos, agregándole atmósfera a los ambientes que explorarás: desde las catacumbas, pasando por las canteras, valles, bosques y acantilados. La flora y la fauna, así como efectos ambientales como la costa o las flechas chillando o las explosiones, siempre te darán pistas de lo que te rodea.

 

Dragon’s Dogma es un juego largo y que hará sufrir a más de uno, si aceptas el reto encontrarás una región digna de explorarse con peligros qué superar y muchos enemigos a los cuales vencer. No es el juego que te llevará de la mano y puede que algunas de las mecánicas no sean las más adecua o mejor presentadas, pero Capcom pudo haberlo hecho mucho peor en una primera entrega.

Es un alivio ver esfuerzos de este tipo tan dentro de la generación actual y con todos sus tropiezos y errores, nos encantaría ver una segunda parte o, al menos, otra franquicia que lleve al siguiente peldaño los conceptos que Dragon’s Dogma nos planteó.

Si buscas que te pateen el trasero un rato, que te reten a mejorar y buscar la mejor estrategia, si quieres volver a sentir el sentido de la exploración, Dragon’s Dogma es para ti. Eso sí, no será bonito, ni agradable –en algunas ocasiones- pero la experiencia valdrá la pena.

  • Lo bueno: sistema de batallas entretenido, enemigos gigantes, mucho reto.
  • Lo malo: inconsistencias en los gráficos, la historia no es tan buena.
  • Lo feo: planear mal una de tus misiones y tener que intentarlo de nuevo.

[Un juego «bueno» es aquél  que tiene algunos detalles molestos o frustrantes, pero que no impide que los disfrutes; es un título que sus virtudes sobrepasan a sus defectos, por más grandes que estos parezcan ser.

Esta reseña se hizo a partir de la versión para PlayStation 3 de Dragon’s Dogma con un aproximado de 60 horas de juego. El título se «completó» y se jugó algunas horas más en «post-game» sin llegar a «New Game Plus.»]