Sony: la otra visión de la caída de la PlayStation Network

A veces, muy a veces, en langaria hacemos distintos artículos que distan de las notas y reseñas acostumbrados. Esta vez @bmb_bishop nos regala el siguiente artículo, tomen sus palomitas, su refresco y disfruten.

¿Qué pasará con SONY y el PS3?
Para el consumidor no existen los tonos en grises, y por lo mismo, todo pasa por ser blanco o negro, se confía o no se confía, se hace o no se hace, se compra o no se compra. Esto quiere decir que la más pequeña posibilidad de hacer una mala inversión en un producto conllevará inmediatamente a una decisión de no compra. Dicho esto, queda claro que SONY y el PS3, específicamente, se encuentran en un punto de inflexión bastante complicado.

Para nadie es un secreto que la PSN fue vulnerada, y que este ataque al sistema online de PlayStation fue meditado, y se actuó con toda alevosía y ventaja. Esto, por sí mismo, constituye un delito grave, y el responsable, quien quiera que sea, deberá enfrentar un proceso jurídico bien cimentado y estipulado por los lineamientos legales correspondientes, pero más allá de eso, el daño está hecho.

Sí, el daño está hecho, y no es un daño de miles de millones de dólares en cuentas bancarias robadas, tampoco se signa en atentados de extorsión o de asesinato, tampoco en tráfico de influencias; no, el daño es mucho más simple, crudo; son ganancias para SONY. Miles de millones de dólares se han perdido, sí, no sólo en ganancias por la actividad en la PSN, sino en la venta de equipos.

Si de algo vive una compañía como SONY es de su prestigio, un prestigio por el cual ha trabajo hasta el cansancio, y que le ha significado ser un puntero en la industria de los videojuegos, sin embargo, como todo lo bueno, se puede destruir en minutos.

Hay un viejo adagio en mercadotecnia que cuenta que si haces un buen servicio, tu usuario estará feliz, pero si haces un mal servicio no sólo estará enojado, sino que además se lo dirá a otros 10 usuarios. Es este justamente el problema con el ataque en PSN, que aunque no signifique gran cosa en cuanto a pérdida de información, si destruye parte de lo que la compañía ha hecho y construido con tanto ahínco.

Ante esto, SONY deberá empezar a pensar a futuro, y darse cuenta que habrá que modificar sus estrategias de mercadotecnia si quiere seguir siendo el rey en la industria, y con esto, no queremos decir que hay que cambiar demasiado, pero sí pensar en que si hubo una vulneración, el comprador potencial no la perdonará tan fácil, y esto podría convertirse en una gotera que con el tiempo sea más difícil de tapar.

Ahora mismo PSN se está acercando peligrosamente al primer mes sin servicio, y es urgente que esto se solucione a la mayor brevedad, pues mientras más tiempo pase, más y más será el daño a su imagen pública, sin importar los desplegados de información que haga, o cómo intente sacar la vuelta a las complicaciones empresariales que esto pueda generar.

Otra cosa es que SONY, con este ataque, ha perdido también patrocinadores, socios, aliados comerciales, y es que en los negocios, como en la vida social, se te vinculará e identificará dependiendo de con quién te relaciones, por lo que aquí se verá la verdadera fortaleza de la compañía.

Esto no es sólo un ataque a PSN, sino un golpe muy fuerte a la economía, estabilidad e imagen de SONY en general. Además es una oportunidad única para demostrar sobre qué está parado PlayStation, sobre cimientos bien arraigados o sobre un castillo de naipes.
Ver la situación desde el punto de vista del jugador es demasiado fácil, es tremendamente sencillo notar que lo que más pesa a quien cuenta con el equipo es que no puede utilizar el servicio en línea, sin embargo, para la empresa, esto sólo es la punta del iceberg, pues la situación sobrepasa lo esperado y planeado dentro de su estrategia comercial para 2011, y este es un escollo que si bien estaba dentro de la mente de los administradores de la compañía, no esperaban que tuviera este impacto ni profundidad, por lo cual, se vio en la necesidad de redestinar recursos originalmente planeados para otros rubros, significando esto pérdidas sustanciales.

A esto, hay que sumarle la saña con que los medios han aprovechado este resbalón, y han hecho leña del árbol caído, exagerando detalles que por sí mismos parecieran ser insignificantes. Han sido alarmistas, amarillistas, y esto sólo ha contribuido en alimentar la confusión entre el mercado, que ya no sabe qué creer, ni cómo defender sus datos tan sobrevalorados. Hasta el momento, los daños generados de manera directa a los usuarios han sido mínimos, y quien sale peor parado es la industria del videojuego y específicamente SONY.

La responsabilidad de la compañía ahora recae en reconstruir su imagen de seguridad, atraer nuevos clientes, recuperar sus ventas, y seguir innovando en la industria. Suena a una labor titánica, pero viéndolo desde la perspectiva de que SONY salió de la nada para convertirse en un gigante, todo puede ser posible. Es urgente para ellos el volver a estar en línea y funcionando como nunca antes, ofrecer alguna remuneración realmente impresionante a los usuarios dañados, y recuperar su camino de crecimiento, una tarea que no sólo es recomendable hacer, sino que realmente es necesaria para no morir en el intento de seguir en el sitio que hasta hace dos meses se encontraba.